24 DE MARZO DE 2019
| DEL MISMO CUERO SALE LA CORREAItaipú sigue pagando la compensación a Paraguay
Según balances “oficiales” de Itaipú 2006-2017 (ABC, Suplemento Económico 17 de marzo 2019-vea el cuadro) la empresa binacional, por ejemplo en 2016, comercializando 103.098.000 MWh, a US$ 36,96 el MWh, logró ingresar US$ 3.811.499.000.
La monumental cifra, reflejada en una tarifa cara, fue hecha conforme a los argumentos de Itaipú en función de la venta a las compradoras (ANDE y Eletrobras) de energía garantizada por unos US$ 3.291.012.000, de energía no garantizada por US$ 152.032.000 y con el pago de US$ 368.455.000 en concepto de compensación por la energía cedida a Paraguay.
Sin embargo, la verdad es otra. La compensación va por cuerda separada y esto lo saben los auditores contratados por Itaipú. Desde 1986, la compensación no forma parte de los componentes del Costo del Servicio de Electricidad. Por esta razón, el costo real de la energía, en 2016, correspondía a US$ 3.443.044.000 (US$ 3.291.012.000 por la venta de energía garantizada y US$ 152.032.000, por la venta de energía no garantizada). Todo ello, a una tarifa menos cara de US$ 33,39 el MWh.
La diferencia entre el costo real y el costo ficticio –que argumenta la binacional hidroeléctrica– es igual US$ 368.455.000 (US$ 3.811.499.000 - US$ 3.443.044.000). Es la muestra de cómo la compensación por energía cedida, establecida en el Tratado de 1973, sigue estando vigente en el Costo del Servicio de Electricidad.
En otras palabras, Paraguay, la otra Alta Parte Contratante, continúa pagándose la compensación. Del mismo cuero sale la correa.
Esta picardía, para no decir timo, es aplicada desde siempre en Itaipú.
Así, como la intención fallida del presidente Joao Goulart en 1964 o la fracasada Acta Final de Foz de Yguazú en 1966, solo existieron en los papeles la Nota Reversal Nº 4, del 28 de enero de 1986, que establecía que “el importe correspondiente a la compensación será incluido exclusivamente en la tarifa a ser pagada por la Parte que consuma energía cedida”.
Hay más mentiras. Como resultado del Acta de Foz de Yguazú, Brasil nunca cumplió su compromiso de retirar su tropa de territorio paraguayo. Dicho suceso ocurrió recién en 1982 como consecuencia del embalse de Itaipú.
Toda la parafernalia del Congreso brasileño, para aprobar anualmente la compensación del Tesoro brasileño por la energía cedida a Paraguay, no deja de ser una parodia. A los congresistas brasileños, indoctos sobre la empresa binacional (los nuestros no quedan en la zaga), se añade la pléyade de consumidores, embaucados por Itaipú.
En los papeles, hasta mediados de junio de 2016, la compensación oficialmente pagaba el Tesoro brasileño, en adelante serán los consumidores brasileños de las regiones Sur, Sur Este y Centro Oeste quienes abonarán por la cesión de energía.
La Eletrobras mal acostumbrada desde los inicios de Itaipú, no se hace cargo de la energía paraguaya que utiliza para propiciar torcidamente el desarrollo de Brasil a expensas de Paraguay.
Lamentablemente nuestros gobernantes y sus asesores, más comprometidos con Itaipú, continúan apegados al mentiroso discurso oficial que irradia la empresa.
Ellos, en detrimento de su pueblo, avizoran el bosque y no el árbol de la realidad.
General (R) Juan Antonio Pozzo Moreno juanantoniopozzo@gmail.com