sábado, 26 de noviembre de 2016

Lavando a todo trapo

27 DE NOVIEMBRE DE 2016

| GASTOS SOCIALES

¿Lavado de dinero en la Itaipú?

De acuerdo con los investigadores, el lavado de dinero es conocido también como lavado de capitales, lavado de activos o blanqueo de capitales. Son operaciones con recursos de procedencia ilícita con el objetivo de legitimar capitales.
La idea consiste en que los fondos o activos obtenidos por las actividades ilícitas aparezcan como el fruto de actividades legales en condiciones de circular sin problemas en el sistema financiero.
Para que exista blanqueo de capitales, es menester la previa comisión de un acto delictivo grave que permita obtener beneficios ilegales para después ser introducidos en los mercados financieros u otros sectores económicos. El blanqueo de capitales es un delito autónomo, que no requiere de una condena judicial previa por la comisión de la actividad delictiva que dio origen a los fondos.
Las premisas precedentes son totalmente coincidentes con algunas operaciones encaminadas a encubrir las rentas ilícitas ingresadas en la Itaipú Binacional. La empresa binacional, impedida de ejecutar actividades ajenas a la producción de electricidad –a partir de las aguas del río Alto Paraná– viene transgrediendo, desde el año 2002, normativas del Tratado de Itaipú con tareas más propias de un Estado nacional que de una usina hidroeléctrica.
El Tratado de Itaipú solo autoriza a la empresa binacional la producción de electricidad. En los gastos de explotación, previstos en el costo del servicio de electricidad ya son contemplados recursos para la reparación y la compensación por daños ocasionados al ecosistema o hábitat de la población biológica. Aunque la reivindicación nunca será suficiente, siempre es perfectible una reparación más justa.
Las tareas agregadas a la misión de Itaipú, que son financiados con rubros no contemplados en el costo del servicio de electricidad, son a todas luces ilegales y de algún lado debe salir.
Por todo ello, fue menester alterar la misión de la empresa binacional para encubrir una renta proveniente de la creación de categorías de energía, entre ellas la energía adicional a la garantizada, no estipuladas en el tratado.
La “responsabilidad social”, con cuantiosas inversiones no controladas por el Estado, es el insuficiente eufemismo con que se pretende sustituir la ruda franqueza del lavado de dinero.
Los órganos de administración de la hidroeléctrica binacional rompiendo la ley lograron, nota reversal mediante, modificar el tratado. No obstante, la modificación no tiene validez alguna y la estratagema para encubrir la renta obtenida mediante la comercialización de la energía adicional es insostenible.
El monto de los royalties, anualmente destinado a los países, ya está calculado y presupuestado cada año como componente del costo del servicio de electricidad. Aunque las cuentas sean repetitivas y las variables predecibles hay una fórmula:
Royalties = energía generada en GWh x US$ 650 x K (factor multiplicador) x FA (factor de ajuste).
Ejemplo (año 2011): 75.134.520 GWh x US$ 650 x 4,0 x 1,9597517 = US$ 382.837.000
Entre tanto, son innecesarios e ilegales los supuestos aportes de los royalties provenientes de la energía adicional a la garantizada.
Pero hay más, según observaciones realizadas, el monto estipulado no obedece a un patrón matemático. Según el director general brasileño, Jorge Samek, “Cuanto más se produce, más se paga”. Sin embargo, la realidad dice otra cosa.
En el año 2013 Itaipú estableció un nuevo récord con la generación de 98.630.035 MWh de energía. En esa ocasión, el Estado paraguayo recibió por los royalties US$ 258.912,90. En el año 2014, la producción cayó a 87.165.187 MWh unos 11,5 millones de MWh menos que año anterior. A pesar de la menor producción fue remesado al país en concepto de royalties US$ 273.192,10. Según los registros hubo otros casos similares en los años 2006, 2007, 2008, 2009.
Al seguir abonando un pasivo honrado suficientemente (Jeffrey Sachs), al generar y administrar una renta indebida (energía adicional a la garantizada) los órganos de administración de la empresa binacional violan la Constitución Nacional y el Tratado de Itaipú”, siendo saludable recordarles el irrestricto apego a la ley.
Al respecto cabe destacar al juez Sérgio Moro, desconocido en gran parte de Brasil, hoy en el epicentro de uno de los mayores escándalos políticos de su reciente historia. En la gigantesca causa de sobornos de Petrobrás puso entre rejas a políticos y a los empresarios más ricos de Brasil. Hasta hace poco pareciera utópico e impensable. Da para reflexionar.
* juanantoniopozzo@gmail.com

jueves, 24 de noviembre de 2016

Conspirando contra los intereses del Estado paraguayo

24 DE NOVIEMBRE DE 2016


Cómo funciona la componenda, año 2015

a. Itaipú pone a disposición de las empresas compradoras mensualmente 12.135 MW de potencia. Con ella se solventa el costo del servicio de electricidad, calculado en US$ 3.291.012.000 (12.135 MW x 12 = 145.620 MW; 145.620.000 kW x US$ 22,60 = US$ 3.291.012.000).
En condiciones apropiadas, la usina de Itaipú puede generar hasta 106.302.600 MWh de energía (12.135 x 24 x 365), aunque en el 2015 con solo 10.111,4 kW logró producir 88.575.016 MWh de energía (10.111,4 x 24 x 365).
Es importante destacar que desde el 2002 (RDE 145/02 y RCA 020/02) con parte de la producción, en este caso con 75.134.520 MWh de energía garantizada, se solventaba el costo del servicio de electricidad, calculado en US$ 3.291.012.000 (75.134.520 x 43,80).
Ello hacía posible que con el resto, 13.440.496 MWh o energía adicional a la garantizada, ingrese a Itaipú, sin compromiso alguno, con el costo del servicio de electricidad US$ 76.370.000 (13.440.496 MWh x US$ 5,682).
El ingreso por la potencia utilizada en el 2015 (10.111,4 MW x 12 = 121.338,8 MW; 121.338.800 kW x US$ 22,60 = US$ 2.742.256.880) estaba por debajo del costo del servicio de electricidad.
Según observaciones del Ing. Ernesto Ayala Báez, funcionario de Itaipú, el fundamento de la tarifa o costo unitario no está en el Tratado ni en sus anexos. Proviene, decía, de una “Resolución del Consejo de Administración (RCA-002/97), que determina el costo unitario del servicio de electricidad como el resultado de la división entre el costo anual del servicio de electricidad y la potencia disponible para la contratación”.
Según Ayala, el costo anual del servicio de electricidad es anticipado con base en los compromisos asumidos o necesidades financieras de la empresa.
b. Tarifas de la energía año 2015, todos ganan.
La Eletrobrás abonó por la compra de 77.938.693 MWh US$ 3.023.304.000 (2.965.537.000 MWh de energía garantizada + 57.767.000 MWh de energía adicional). Una media de US$ 38,79 el MWh.
La ANDE abonó por la compra de 10.636.323 MWh US$ 344.078.000 (325.475.000 MWh de energía garantizada + 18.603.000 MWh de energía adicional). Una media de US$ 32,34 el MWh.
Por el total de 88.575.016 MWh ingresó a Itaipú US$ 3.367.382.000 (US$ 3.023.304.000 + US$ 344.078.000). Una media de US$ 38 el MWh.
Como se puede notar, estas tarifas están muy por debajo de la energía garantizada, de US$ 43,80 el MWh.
En consecuencia, los diseñadores de esta estratagema de doble efecto –imposible en función de la potencia– abaratando a las compradoras la tarifa de la energía y aumentando de hecho el costo del servicio de electricidad consiguieron una renta prohibida por el tratado.
Para determinar la tarifa de la energía adicional se recurrió a una fórmula que incluye un factor multiplicador y un factor de ajuste con respecto a la fluctuación del dólar americano:
4,0 (k) x US$ 0,650 el MWh x 2,03128 (FA) = US$ 5,28 el MWh
4,0 (k) x US$ 0,050 el MWh x 2,03128 (FA) = US$ 0,41 el MWh
Tarifa: US$ 5,69 el MWh (US$ 5,28 + US$ 041)
Del Anexo C del Tratado de Itaipú se extrajeron algunos valores:
“III.4 El monto necesario para el pago de los royalties a las Altas Partes Contratantes, calculado en el equivalente a US$ 650 por GWh generado y medido en la central eléctrica”.
“III.5 El monto necesario para el pago, a la ANDE y a la Eletrobrás, en partes iguales, a título de resarcimiento de las cargas de administración y supervisión relacionada con la Itaipú, calculadas en el equivalente de US$ 50 por GWh generado y medido en la central eléctrica”.
Al respecto, el Ing. Ernesto Samaniego, de vasta experiencia en el sector eléctrico, expone: “Para el 2002 se establece una ‘energía garantizada’ (o firme) vinculada a la potencia contratada de 75.170.000 MWh (10.787 MW x 365 días x 24 hs x 0,795) y se incluye una variante que es la emisión de facturas en concepto de royalties y resarcimientos sobre la parte de la ‘energía adicional a la potencia contratada’. Cabe señalar que el Tratado no contempla la facturación de energía generada para efectos del pago de royalties y resarcimientos”. (ABC, 25 octubre 2015)
En octubre de 2002, el Ing. Jorge Ayala Kunzle, director general paraguayo, intentó algunas justificaciones en la revista “Mundo de la Electricidad”. El 30 de agosto de 2002 –afirmaba– el Consejo de Administración resolvió que la energía excedente pague los royalties y resarcimientos no contemplados en el presupuesto de la entidad y por tanto no cubiertos por la tarifa de electricidad. Una tarea imposible, habida cuenta que los pagos ya estaban contemplados en el costo del servicio de electricidad y los “repases” salían de los royalties y resarcimientos previstos en dicho costo.
El Ing. Carlos Cardozo Florentín, con tesis doctoral aplicada a la gestión de centrales hidroeléctricas, no escondía sus críticas: “… desde el 2002, violando el Anexo C del Tratado, fue instalado en Itaipú el nefasto modelo de gestión que crea calidades de energía y precios diferenciados …”.
juanantoniopozzo@gmail.com

sábado, 19 de noviembre de 2016

Conspiración contra el Estado paraguayo

20 DE NOVIEMBRE DE 2016


Itaipú, ¿asociación ilícita para delinquir?

Los órganos de administración, en el afán de atornillarse a sus puestos, requerían disponer de utilidades. Entonces, desde el año 2002, dejando de lado la potencia, clasificaron la energía para comercializarlas.
No obstante, el proceso era incompleto. Faltaba lavar el dinero de la ilegal utilidad de la venta de la energía adicional a la garantizada. Era menester modificar la misión de Itaipú agregándole otras tareas adicionales.
Así, los nuevos “gastos sociales” de las añadidas tareas de responsabilidad social y ambiental, aunque reñidos con la legalidad, escondían entre sus pliegues un fraudulento populismo, que se sumaba a las deudas tramposas endilgadas a la entidad binacional.
Ni cortos ni perezosos, la cúpula de connacionales participantes del contubernio –afanosos de acrecentar su fortaleza política, social y económica– no ponen trabas a la oxigenación, hasta el 2023, de la cuestionada Eletrobrás.
Es más, desconocen el Informe Sachs. Tampoco gestionan la adquisición de la energía excedente correspondiente al derecho de adquisición y no se desviven en procura de la desafectación de la subestación de la margen derecha.
Con las prácticas habituales del clientelismo político, exigirles conocimientos, dedicación y patriotismo a sus labores constituiría un desaguisado. Mientras, en la complaciente espera, nutren sus faltriqueras.
Las sistemáticas violaciones del tratado son parte de una meticulosa conspiración en contra del Estado paraguayo, en especial de su pueblo, para sostener la apropiación indebida de Itaipú.
Despavoridos ante las críticas y sus consecuencias escandalosas, los ocasionales órganos de administración de la empresa binacional los abortan cuando pueden.
Las muestras abundan, en agosto de 2016, el Sindicato de Trabajadores de la Empresa Itaipú Binacional, margen derecha, emitió un comunicado expresando su rechazo y descontento ante el despido de un joven funcionario ingresado por llamado a concurso. Rudy Stefan Callimici, fue despedido por opinar en las redes sociales contra el Gobierno.
Situación similar ocurrió con guardias de seguridad, también despedidos pese a tener en algunos casos hasta ocho años de antigüedad laboral. El motivo es el haber dejado de aportar para el partido del extinto Lino Oviedo. La agrupación política estaría comprometida en el apoyo de la enmienda a la Constitución Nacional para posibilitar la reelección presidencial.
Otro tanto ocurrió con el funcionario, abogado Marcos Aurelio Estigarribia Irala. Fue despedido por escribir un ensayo sobre “El Tratado de la Itaipú Binacional, el gran despojo a la soberanía paraguaya”. El libro, presentado en el Cabildo en la noche del 8 de octubre del 2013, fue abruptamente quitado de circulación a la mañana siguiente.
A pesar de todo, los gobiernos escenifican un ventajoso aporte de Itaipú hacía sus pueblos (infraestructura, viviendas, ambulancias, becas, patrulleras, etc.).
En realidad, involucran a Itaipú en tareas propias de un Estado nacional, aunque al margen del presupuesto general de gastos, para manipular a la opinión pública.
Pero la corrupción, cada día que pasa, se hace más insostenible. La justicia brasileña y la argentina desde hace un buen tiempo pone en remojo las barbas de sus inmundos.
A ese respecto, el 6 de setiembre de 2015, ABC Color editorializaba sobre la descomposición en la hidroeléctricas binacionales. Decía en parte:
“Nuestro diario ha sostenido desde un principio la tesis de que los flagrantes abusos financieros embebidos en las abultadas deudas consolidadas de las usinas hidroeléctricas binacionales, así como las estafas inherentes a su discrecional explotación comercial por parte de nuestros socios, han sido aceptados por nuestros gobernantes de turno a cambio de suculentos sobornos disfrazados de diferentes modos, desde el dictador Alfredo Stroessner hasta el presente, sin excepción. En el caso concreto de Itaipú, nuestra presunción ha sido plenamente confirmada por el autorizado estudio realizado por el mundialmente reconocido economista norteamericano Jeffrey Sachs, quien concluyó que tanto la deuda del ente como el precio que Brasil paga por la electricidad paraguaya que se lleva configuran vulgares estafas que no resisten el menor análisis en términos de tarifas usuales del mercado de la electricidad”. El disgusto subía de tono:
“El destape del colosal escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras y de la compañía de electricidad brasileña, de composición mixta, Eletrobrás ha puesto al descubierto la corrupción imperante en el seno del Gobierno brasileño desde la ascensión al poder de Luiz Inácio Lula da Silva …”.
“Desde entonces, sistemáticamente, los altos funcionarios gubernamentales brasileños han venido exigiendo ‘retornos’ (vulgo, coimas) a los proveedores del Estado para financiar la campaña del PT.
En lo que va del proceso de investigación, la Justicia brasileña ya encarceló a los principales ejecutivos y dueños de empresas proveedoras de servicio de construcción de obras públicas, así como a las contrapartes en los sobornos”.
El 12 de octubre de 2016, la agencia EFE señalaba:
“La eléctrica estatal brasileña Eletrobrás reconoció hoy que la corrupción le generó pérdidas de 302,58 millones de reales (unos 94 millones de dólares) entre 2014 y 2015”.
“…El monto de los desvíos fue calculado por medio de una auditoría interna, realizada a raíz de las investigaciones policiales que conectaron esta empresa al escándalo de corrupción que gira en torno a la petrolera estatal Petrobras”.
“La auditoría identificó el pago de sobornos que oscilaban entre el 1 % y el 6 % del valor de los contratos de obras y que eran pagados a políticos, partidos y empresarios”.
Concluía EFE:
“…El presidente de Eletronuclear, Othon Luiz Pinheiro da Silva, fue condenado a 43 años de cárcel por los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero, obstrucción a la justicia, evasión fiscal y asociación ilícita, por los desvíos en las obras de la central nuclear de Angra 3”.
Mientras, se sigue esperando –aunque con impaciencia– que la Contraloría General de la República del Paraguay y el Tribunal de Cuentas de la Unión auditen Itaipú.
juanantoniopozzo@gmail.com

martes, 15 de noviembre de 2016

Violando el Tratado

15 DE NOVIEMBRE DE 2016

| COSTO DEL SERVICIO DE ELECTRICIDAD AÑO 2009

Una imagen vale más que mil palabras

Potencia
Cabe recordar que desde 2009, el dinero necesario para disponer de una potencia contratada de 145.620.000 kW fue calculado en US$ 3.291.000.000. La multimillonaria cifra representa el costo del servicio de electricidad o costo de la producción energética.
La tarifa mensual de cada unidad fue fijada en US$ 22,60 el kW (3.291.000.000/145.620.000). Con ella era posible abonar todos los componentes del costo del servicio de electricidad:
- US$ 47,98 millones por las utilidades por el capital integrado, en partes iguales para la ANDE y la Eletrobrás (1,31%).
- US$ 2.066,3 millones por las cargas financieras de los préstamos recibidos y la amortización de esos préstamos, Eletrobrás y Tesoro brasileño (63,50%).
- US$ 404,28 millones por los royalties (13,41%).
- US$ 31,01 millones por resarcimientos por cargas de administración y supervisión en partes iguales para Brasil y Paraguay (1,03%).
- US$ 600 millones por gastos de explotación (18,99%).
- US$ 141,4 millones en concepto de saldo de la cuenta de explotación (2,22%).
II Energía También con la energía garantizada era posible pagar todos los componentes del costo del servicio de electricidad o costo de la producción energética calculado en US$ 3.291.000.000. En efecto:
Suministro Itaipú: 91.651.000 MWh.
Energía garantizada: 74.637.916 MWh.
Energía adicional: 17.013.084 MWh.
Ingreso energía garantizada: US$ 3.291.000.000 (74.637.916 MWh x US$ 44,1).
Ingreso energía adicional: US$ 96.634.230 (17.013.084 MWh x US$ 5,680).
Ingreso total: US$ 3.387.634.230 (3.291.000.000 + 96.634.230)
III Versión Itaipú, margen derecha:
“Para la determinación anual del Costo del Servicio de Electricidad de la Itaipú, los montos necesarios para los pagos de royalties y de resarcimiento de las cargas de administración y supervisión son calculados previamente tomando como base la previsión de energía garantizada de Itaipú y hacen parte de la tarifa de potencia aprobada por el Consejo de Administración, conforme establecido en el Anexo C del Tratado y las Notas Reversales correspondientes”.
“Obviamente que la generación de energía adicional a la energía garantizada resultará en cargas adicionales para la Itaipú no previstas anualmente en el costo del servicio de electricidad. Por ese motivo, los costos de royalties y resarcimientos de cargas de administración y supervisión relativos a la utilización de la energía adicional a la energía garantizada, además de la compensación por cesión de energía, son cobrados mensualmente a las entidades que utilizan esa energía y al Ministerio de Minas y Energía del Brasil y repasados íntegramente por la Itaipú a los tesoros nacionales del Paraguay (Royalties y compensación por cesión de energía) y del Brasil (royalties) y a la ANDE y a la ELETROBRAS (Resarcimiento de cargas de administración y supervisión)”.
En síntesis, según los voceros de la margen derecha de Itaipú, los royalties y resarcimientos son abonados mensualmente por los que “utilizan” (compran) la energía adicional a la garantizada. Luego, Itaipú los devuelve íntegramente (“repasar, voltar”) a los tesoros nacionales de Paraguay y de Brasil.
En realidad, la “devolución” o el repaso del que hablan, en el 2009, US$ 404,28 millones por los royalties (13,41%) y US$ 31,01 millones por resarcimientos por cargas de administración y supervisión en partes iguales para Brasil y Paraguay (1,03%), ya está presupuestado en el costo del servicio de electricidad y nada tiene que ver la energía adicional a la garantizada, sin compromiso alguno.
Ello significa que la venta de la energía adicional a la garantizada, US$ 96.634.230, ingresa a Itaipú como renta (Ver ABC Color, 9 de octubre de 2016, Ingresos por energía no garantizada IB en US$).
Pero la renta, como ingreso por el aprovechamiento hidroeléctrico no está permitida porque “el ingreso anual, derivado de los contratos de prestación de servicios de electricidad, deberá ser igual, cada año, al costo establecido en este Anexo”.
No obstante, para justificar la transgresión, adulteraron la misión de Itaipú o “… el aprovechamiento hidroeléctrico de los recursos hidráulicos del río Paraná…” añadiéndole nuevos compromisos sociales y ambientales.
Mediante los “Gastos sociales”, socializados a tambor batiente, particularmente en el transcurso del presente año, se trataba de mimetizar la ilegalidad de la renta, complicando de paso al Ejecutivo que está impedido de gastar fuera del presupuesto nacional. Todo ello, sumado a una deuda aceptada como válida, aunque no reconocida por la Contraloría General de la República, representa el modelo de gestión para sostener en el poder a los administradores de turno de Itaipú en mancomunado esfuerzo de oxigenar, hasta el año 2023, a la cuestionada Eletrobrás.
juanantoniopozzo@gmail.com

domingo, 13 de noviembre de 2016

Gigantesca lavandería

13 DE NOVIEMBRE DE 2016

| LAS EXPECTATIVAS SUBEN DE TONO

Hacia el año 2023, medio siglo después

- En el año 2023 se cumplen cincuenta años desde la entrada en vigor del Tratado de Itaipú y las expectativas suben de tono. Para no pocos es la oportunidad de corregir el asimétrico acuerdo que secuestró al Paraguay su soberanía energética.
Sin embargo, el Anexo C del Tratado de Itaipú, que establece las bases financieras y de prestación de los servicios de electricidad determina en su parte VI, Revisión, que “las disposiciones del presente Anexo serán revisadas después de transcurrido un plazo de cincuenta años a partir de la entrada en vigor del Tratado, teniendo en cuenta, entre otros conceptos, el grado de amortización de las deudas contraídas por la Itaipú para la construcción del aprovechamiento y la relación entre las potencias contratadas por las entidades de ambos países”.
Entonces, cumplido medio siglo, se revisarán el nivel de amortización de las deudas contraídas y la potencia contratada que, de acuerdo con los cálculos, 93% corresponde al Brasil y 7% al Paraguay.
Conviene señalar que el Tratado de Itaipú, según el Artículo III, parágrafo 2º, en concordancia con el Artículo XXV, admite la revisión y modificación anticipada. Pero si la modificación anticipada no es realizada mediante acuerdo entre las Altas Partes Contratantes no “estará en vigencia”.
Respecto al “grado de amortización de las deudas contraídas por la Itaipú para la construcción del aprovechamiento”, en el Informe de Gestión de Itaipú 2014, en el teatro del Banco Central del Paraguay, el director general paraguayo James Spalding aseguraba que “para el 2023 la deuda de Itaipú será cero”.
También en las Notas Explicativas de los Estados Contables al 31 de diciembre 2015 y 2014 de Itaipú Binacional, el cronograma de pagos, préstamos y financiamientos a largo plazo con la Eletrobrás, Tesoro Nacional Brasileño y demás instituciones, está prevista la cancelación la deuda para el 2023.
No pocos especialistas, entre ellos el reconocido economista Jeffrey Sachs, advierten que la deuda de Itaipú ya debió estar saldada desde hace años.
En su edición del 24 de diciembre de 2015, el diario ABC Color informaba que el principal asesor económico de las Naciones Unidas, bajo suposiciones financieras razonables, advertía que “ya se ha pagado la totalidad de la deuda de Itaipú a través de la cesión de energía al Brasil a lo largo de más de 25 años; por consiguiente, las deudas aún pendientes en los libros deben ser canceladas por un nuevo tratado con Brasil”. El experto añadía, que “aún con las cifras absurdas que se manejaron a lo largo de los años, todos los pasivos de Itaipú ya debieron cancelarse por completo en 2008”.
Por su parte, la Contraloría General de la República había emitido un dictamen en el que declaraba la ilegalidad de la deuda.
El ente contralor afirmaba que el “arreglo de Brasilia y São Paulo de 1997” sumó al pasivo US$ 4.193,5 millones al vender electricidad a las empresas compradoras, entre 1986 y 1990, por debajo del costo del servicio de electricidad.
El ingeniero Germán Escauriza, jefe de la subcomisión de deudas de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), ya advertía que consejeros y directores de Itaipú, con la complicidad de autoridades superiores de ANDE y Eletrobrás, vendieron potencia por debajo del costo, violando el Anexo C, acrecentando el pasivo hasta llegar a cifras absurdas.
- El perjuicio ocasionado a los consumidores por la irregular deuda, que aumenta en más del 60% el Costo del Servicio de Electricidad, se traduce en una tarifa muy cara, solo conveniente a la multinacional Eletrobrás. Un verdadero escollo para que la misión de Itaipú “… el aprovechamiento hidroeléctrico de los recursos hidráulicos del río Paraná …” cumpla con su objetivo de favorecer a los pueblos consumidores.
Itaipú es administrada como una empresa brasileña, con intervención de fachada de los funcionarios paraguayos. El desempeño histórico de nuestros representantes, desde los que negociaron el Tratado de Itaipú de 1973 y los que hoy conforman la alta gerencia, siempre fue funcional a los intereses brasileños.
La renta, como ingreso del aprovechamiento hidroeléctrico no está permitida. “El ingreso anual, derivado de los contratos de prestación de servicios de electricidad, deberá ser igual, cada año, al costo establecido en este Anexo”. La potencia debe ser contratada “con carácter permanente a disposición de la entidad compradora” según “los contratos de compra-venta de los servicios de electricidad”.
No obstante, los órganos de administración, en el proceso de consolidación de su poder, requerían disponer de alguna utilidad. Entonces desde el año 2002 deciden comercializar energía en vez de potencia.
Pero era menester más. Para lavar el dinero proveniente de la venta de la “energía adicional a la garantizada”, modificaron ilegalmente la misión de Itaipú a la que añadieron nuevos compromisos sociales y ambientales.
Los “Gastos sociales”, sumados a las deudas ilícitas y a otras exageradamente aumentadas, sirven no solo para mantenerse en el poder, sino también para seguir oxigenando hasta el año 2023 a la cuestionada Eletrobrás.
(*) juanantoniopozzo@gmail.com