domingo, 30 de diciembre de 2012

¿Qué hacemos por nuestra patria?

Por General (R) Juan Antonio Pozzo Moreno (*), artículo publicado en Abc Color el domingo, 30 de diciembre de 2012

- Los abogados del Chaco
El título de este artículos es la reflexión, con motivo de un nuevo año, que nos debemos los paraguayos. El presidente John Fitzgerald Kennedy lo proclamaba como eje central de su Política de Gobierno.
Fulgencio R. Moreno. Foto de Portal Guaraní, extraída de Google Image
Muchos años antes que Kennedy, así lo entendieron Fulgencio R. Moreno y otros patriotas, por cuyas obras nuestros soldados fueron al Chaco convencidos de la verdad que sustentaba la causa paraguaya.
El abogado de la patria, argumentaba en “La cuestión de límites con Bolivia”, publicado en 1928, que “el diferendo que se ventila, entre los dos países es, pues, sobre la determinación de sus respectivas fronteras. La cuestión pendiente entre el Paraguay y Bolivia es de delimitación no territorial”.
Moreno, con esta tesis excluía el territorio del Chaco del conflicto y de toda polémica. Establecía de esta forma la realidad jurídica del problema con pruebas de evidencia innegable del dominio paraguayo al occidente de su río, desde el Pilcomayo hasta las posesiones brasileñas.
El dominio, ejercido sin interrupción y sin reclamos por más de medio siglo de vida independiente y en todo el tiempo colonial –no reclamado sino por el contrario reconocido por el Gobierno de Bolivia en diversas ocasiones durante ese período– cerraba toda posibilidad a las pretensiones posteriores surgidas ocasionalmente sobre dicha zona territorial nunca admitida por el Paraguay. A pesar de su política cordial con la nación hermana, no existía la menor posibilidad de someter en discusión la soberanía paraguaya.
Otro de los firmes defensores de esta causa nacional fue Blas Garay. En 1896, cuando tenía tan solo 23 años de edad, ocupó la Subsecretaría de Hacienda durante el gobierno del general Juan Bautista Egusquiza. El presidente lo designó, gracias a su talento, a pesar de que militaba en una corriente interna disidente.
Posteriormente, el jefe de Estado lo envió a España con la delicada misión de obtener datos y documentos en el Archivo General de Indias (Sevilla). Todo lo relacionado a títulos, cédulas, provisiones y mapas que acreditaban nuestra antigua e inveterada posesión pacífica del Chaco Boreal. Se estaba incubando el conflicto de límites con Bolivia, que detonaría luego en la Guerra del Chaco (1932-1935). Garay cumplió con capacidad y laboriosidad una tarea que fue fundamental en años posteriores para la defensa de los intereses nacionales. Blas Garay falleció en plena juventud a los 26 años de edad sin poder contemplar su gran contribución al servicio de la patria.
Muchos otros patriotas, intelectuales como aquellos, no dudaron en aportar sus conocimientos para reivindicar los derechos del Paraguay hasta los límites arcifinios del Chaco boreal.
- Cambiaron los tiempos. Breve recuento histórico
No obstante, los tiempos cambiaron. Con argumentos jurídicos que no respondían a los intereses del Paraguay, se construyó en la entidad binacional Itaipú un tercer Estado subordinado al Brasil para sustraerlo del ámbito estatal paraguayo y paralizar su participación. La propaganda oficial triunfalista, para morigerar los continuos cuestionamientos, difundía que el Paraguay solo aportaba el agua. La iniciativa, bajo el mandato del general Alfredo Stroessner (1954-1989) apoyados por funcionarios leales a su servicio, privó al Paraguay de su riqueza industrial más importante: Itaipú.
Un breve recuento recogido por la historia, de la que no se salva la etapa de la transición democrática inficionada por los leales del régimen anterior, nos señala como se fue consolidando la entrega de nuestra soberanía energética al vecino país a través de Itaipú. Todas ellas por ambiguas razones de seguridad, según se alegaba, en el marco del statu quo.
En efecto, mediante el Tratado de Itaipú del 26 de abril de 1973, los cancilleres Raúl Sapena Pastor y Mario Gibson Barboza formalizaron la entrega gratuita de la energía excedente al Brasil. Itaipú se hizo cargo de la compensación por la cesión de energía. A partir de 1986, esta ínfima compensación es abonada por el Estado brasileño y es así como el excedente paraguayo quedó comercializado, en el mercado brasileño con pingües beneficios, por la Eletrobrás y no por la ANDE.
Como si fuera poco, por Nota Reversal Nº 7 del 26 de abril de 1973, se asignó a funcionarios brasileños en las principales direcciones del Directorio Ejecutivo. Desde entonces, haciendo tabla rasa de la cogestión paritaria, Itaipú quedó a cargo del Brasil.
En el 2002, una vez clasificada la energía en categorías –Gobierno del abogado Luis Ángel González Macchi– se completó la obra con la apropiación indebida por la Eletrobrás de la mayor parte de la energía adicional a la garantizada, muy barata, quedando para provecho de la ANDE una mínima porción de ella.
En 1993 – Gobierno del Ing. Juan Carlos Wasmosy- la Corte frenó la injerencia en la binacional de la Comisión de Ilícitos del Congreso (Ley 137/93), por contradecir, según José Antonio Moreno Rufinelli, el orden de prelación de las leyes. “… En consecuencia, cualquier interpretación extensiva de la Ley 137/93, que quiera imponer un control unilateral directo por medio de la Comisión de Ilícitos, atentaría contra el orden de prelación establecido en el art. 129(sic) de la Constitución Nacional” (Ddebernardi, p.585, p.586).
Durante el mismo gobierno, el 26 de diciembre de 1997, los ministros de la Corte Suprema de Justicia hicieron lugar a una medida de urgencia solicitada por los abogados de Yacyretá, Itaipú y ANDE. Los ministros suspendieron, esta vez, los efectos de la Ley 1161/97 que obligaba a los funcionarios de las binacionales a informar y enviar documentación al Congreso y la Contraloría a través de la ANDE. De acuerdo con ABC Color, Itaipú fue representado por el abogado Anastacio Acosta Amarilla; Yacyretá por Aníbal Scappini y la ANDE por Marcos Amarilla Lesme. La acción fue patrocinada por los doctores Juan Carlos Mendonca y José Antonio Moreno Ruffinelli.
En el año 2011 -Gobierno de Fernando Lugo- fue confirmado la inconstitucionalidad de la Ley 1161/97 por la Sala Constitucional de la CSJ.
La Sala Constitucional de la Corte, con los votos de Antonio Fretes, Alicia Pucheta de Correa y Miguel Oscar Bajac, declararon inaplicable la Ley Nº 1161/97, “Que reglamenta las obligaciones de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE)”.
El 24 de junio de 2011, parte del furibundo editorial de ABC Color expresaba:
“Con los trastocados fundamentos normativos de su sentencia, lo que ha venido a establecer la Sala Constitucional es algo así como el reconocimiento de la existencia de dos nuevos estados independientes, las entidades binacionales Itaipú y Yacyretá, en las que las cuentas nacionales de las mismas no deberán ser informadas al Poder Legislativo ni a la Contraloría General de la República. Estas binacionales, que mueven inmensas sumas de dinero, no estarán sujetas en nuestro país a más control que el que quiera efectuar la ANDE. Los funcionarios paraguayos que se desempeñan como directores y consejeros de las binacionales tampoco estarán sujetos a más control que el que quiera hacer la ANDE. El Congreso no puede ejercer ninguna acción en la materia. El contralor general se encuentra con que la Sala Constitucional de hecho ha derogado el art. 283 inc. 4 de la Constitución, que le otorgaba la fiscalización de las cuentas nacionales de las entidades Itaipú y Yacyretá”.
De esta manera, entre 1973 y 2011, las autoridades oficialistas gubernamentales se encargaron de construir Estados binacionales, cerrando al Congreso Nacional o a la Contraloría General de la República toda posibilidad de controlarlos. Amparados en el blindaje jurídico, hoy día, una simple lista de niveles salariales solicitados por el Congreso Nacional, son negados por funcionarios dependientes del Estado paraguayo. Realmente, es de lamentar.
Gratuita
Mediante el Tratado de Itaipú del 26 de abril de 1973, los cancilleres formalizaron la entrega gratuita de la energía excedente al Brasil.
Control
Entre 1973 y 2011 las autoridades crearon Estados binacionales, cerrando al Congreso o a la CGR la posibilidad de controlarlos.
(*) Autor de los libros Itaipú, una apropiación indebida e Itaipú, una gran victoria brasileña.
juanantoniopozzo@gmail.com

Gobierno repite lo que hizo Stroessner con Itaipú

Artículo publicado en Abc Color en fecha 25 de diciembre de 2012

El gobierno del presidente Franco “no puede actuar como se hizo (durante la dictadura stronista) con Itaipú en 1973, cuando se comprometió los intereses nacionales entre cuatro paredes”, afirmó ayer el Gral. de Brig. (SR) Juan Antonio Pozzo Moreno. Fue al ser consultado sobre el preacuerdo firmado entre el Estado paraguayo y la firma multinacional Rio Tinto Alcan (RTA)

Juan Antonio Pozzo Moreno, general retirado. / ABC Color

A criterio del militar retirado, el convenio “está viciado de nulidad, no es válido”, porque el Gobierno incumplió principios elementales de la democracia, como la transparencia y la participación ciudadana.

“En democracia se tiene que transparentar las acciones del Gobierno, en democracia es indispensable la participación ciudadana, por eso es inaceptable que se esconda de la opinión pública los temas de interés nacional”, expresó el general retirado y analista de temas energéticos.
Pozzo Moreno sostuvo que ya es tarde cualquier aclaración que haga la administración franquista o la propuesta de un referéndum, porque ya “se instaló la duda en la gente”.
Consideró que los representantes del Gobierno liberal faltaron “el respeto a la ciudadanía” al actuar “con una temeridad tal y falta de inteligencia difícil de creer”. “La democracia exige respeto y aún así definieron asuntos de interés nacional entre cuatro paredes”, insistió Pozzo Moreno. Finalmente, dijo que la propuesta del referéndum es una respuesta a la presión de la ciudadanía, pero reiteró que es una respuesta tardía e insuficiente, porque “no se actuó con sinceridad”.

lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Récord de energía para el desarrollo?

Por General (R) Juan Antonio Pozzo Moreno (*), Publicado en Abc Color. Domingo, 23 de diciembre de 2012

“Los resultados de Itaipú o del Tratado de Itaipú, tal como lo vemos nosotros, son en primer lugar el desarrollo, desarrollo para los dos países. No hemos buscado ningún negocio en Itaipú. Se percibirán ciertamente varios millones de dólares, pero ese no fue el objetivo fundamental que se ha hecho y se ha buscado, y hacemos mal cuando ponemos a afilar el lápiz para ver cuánto vamos a sacar de esta empresa. 

El ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura stronista, Raul Sapena Pastor. Foto de Abc Color.

El principal provecho es el desarrollo, porque desarrollo significa bienestar social, desarrollo significa viviendas, significa cultura, educación, mejores niveles de vida para los dos países” (Parte de la Conferencia dictada por el canciller Raúl Sapena Pastor en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas en el año 1973. AGUAS QUE VALEN ORO de E. Enríquez G., pág. 763).

Desde entonces, todos los proyectos relacionados con el desarrollo del Paraguay son asociados con la energía hidroeléctrica. Energía que, mediante un tratado hecho a la medida, sí consiguió para el vecino país “mejores niveles de vida”. Todo, gracias a que los negociadores paraguayos y brasileños, modificando hábilmente el acuerdo de Foz de Yguazú, legitimaron a través del Tratado de Itaipú la entrega de Itaipú al Brasil.

No obstante, cuando de economía se trata, sigue prevaleciendo en Paraguay el criterio de Sapena Pastor enunciado en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas en 1973.

Lamentablemente, la condición de copropietarios, tanto en Itaipú como en Yacyretá, es solo una virtual razón por la que no podemos aprovechar la mitad de la producción energética de las centrales hidroeléctricas que nos corresponde.

Para hacer realidad la teoría de la energía para el desarrollo se requiere, en primer lugar, la libre disponibilidad de la hidroelectricidad paraguaya derivada obligatoriamente, por una tarifa irrisoria, a los socios de la margen izquierda.
Entre tanto, los planes que apuntan a su uso son eso: planes.

Ambiciosos proyectos
Técnicos del sector eléctrico y algunos referentes de la política partidaria siguen planteando ambiciosos proyectos con base en la electricidad en el convencimiento de que nuestros socios condóminos, aparentemente más previsibles e institucionalizados, retornarán a solicitud nuestra la energía tan generosamente cedida. Solo hay que pedirlo cuando llegue el momento, afirman cándidamente.

La declaración conjunta del 25 de julio de 2009 demuestra que así no son las cosas.

En el documento, el presidente Lula reconoció “…la conveniencia de que la ANDE pueda gradualmente, a la brevedad posible, comercializar, en el mercado brasileño, energía de Itaipú correspondiente a los derechos de adquisición del Paraguay”.

También, en la misma declaración, acordó
“… la construcción por Itaipú de la LT 500 kV entre la SE Itaipú-MD y la SE Villa Hayes, así como está, las cuales serán transferidas sin costo al Paraguay”. Promesas para los incautos.

La ELETROBRÁS y no la ANDE, hasta ahora, vende la electricidad paraguaya en el mercado mayorista brasileño. Por otro lado, se dejó de lado a Itaipú y se quedó atada la construcción de la LT 500 kV al Brasil, en su condición de socio mayoritario de los Fondos Estructurales de Mercosur (Focem), en detrimento de otras iniciativas más autónomas.

Entre tanto, persiste el fundado temor de que intempestivamente, en sus cambios cíclicos, Itamaraty decida que “…infelizmente, debido a las condiciones políticas imperantes y a razones presupuestarias, no podrán ser desembolsado los fondos…”

Las lecciones de la historia nos advierten sobre la versatilidad de nuestros socios condóminos.

Lamentablemente, sin la libre disponibilidad de la energía, los proyectos con base en la hidroelectricidad son gastos de pólvora en chimangos. Son discursos sustentados en el error y la ilusión.

La dura realidad nos debe conducir, sin más trámites, hacia otras vías más expeditas en la búsqueda de la restitución de nuestros derechos soberanos. Panamá y Bolivia, en análogas circunstancias, así lo hicieron con singular suceso.

Perdida toda iniciativa, la ANDE continúa sin poder comercializar a precio justo su excedente en los mercados brasileños o argentinos, en función de negocio.

Tampoco es posible instalar más industrias en el país, en función de desarrollo. Es tiempo de que los gobiernos paraguayos entiendan que nuestros socios condóminos aplican los acuerdos conforme a sus intereses. No están dispuestos a devolver la energía paraguaya mientras no obtengan otras fuentes substitutas más rentables. Las nuevas fuentes que logran activar siguen siendo insuficientes.

El ingeniero Ernesto Samaniego, preocupado profesional del sector, advierte que “estamos en una crisis de suministro de energía eléctrica, que condiciona cualquier proceso serio de desarrollo social y económico que se pretenda concretar. El servicio eléctrico está prácticamente racionado, se ha llegado al límite de la capacidad de suministro. De poco y nada ha servido la denominada ‘Ley de Emergencia’, por la cual se autorizaba al presidente de ANDE, Ing. Fatecha, utilizar 85 millones de US$ para tratar de solucionar el problema”.
También afirmó que “no puede haber desarrollo social y económico posible sin contar con un abastecimiento de energía eléctrica con estándares de calidad, confiabilidad y continuidad, a costos razonables, o al menos competitivos”.

Al respecto, el miércoles 19 del corriente mes, ABC Color con grandes titulares en primera plana destacó que “En un país con apagones, festejan el récord alcanzado por Itaipú”. Seguidamente, el matutino señaló: “Con una pomposa ceremonia se celebró ayer el récord de producción de energía que logró la Itaipú Binacional, con la presencia del presidente de la República, Federico Franco. La hidroeléctrica alcanzó 94,7 millones de MWh. Paradójicamente, los apagones se multiplican en todo el país y la ANDE tuvo que salir a exhortar a los usuarios a reducir el consumo”.

Está visto que las exclamaciones de gozo por los récords de producción no alcanzan para resolver el acuciante problema.

Ley
De nada ha servido la denominada “Ley de Emergencia”, por la cual se autorizaba a la ANDE utilizar
US$ 85 millones.

Récords
Está visto que las exclamaciones de gozo por los récords de producción no alcanzan para resolver el acuciante problema.

domingo, 16 de diciembre de 2012

La cesión de energía

Por Juan Antonio Pozzo Moreno (*), ABC Color. Domingo, 16 de diciembre de 2012.
Itaipú debiera de ser la riqueza industrial más importante del Paraguay. No lo es, porque su socio Brasil, aprovechando la debilidad de los Gobiernos paraguayos, se apropió de la central hidroeléctrica Itaipú.
Itaipú debiera de ser la riqueza industrial más importante del Paraguay, pero no lo es. / ABC Color
El objeto y el fin del Tratado de Itaipú de 1973 es la división en partes iguales de la producción generada por la usina hidroeléctrica.
No obstante, mediante artificios, negociadores brasileños y paraguayos desviaron de su objeto el contexto del tratado para que la energía no utilizada correspondiente al Paraguay sea derivada al Brasil. Itaipú tuvo que incluir en el costo de servicio de electricidad el pago de la compensación para que la energía, cedida obligatoriamente, sea totalmente gratuita.
Una dulce mentira, una flagrante contradicción, que obligaba a Paraguay como la otra Alta Parte Contratante compensarse a sí mismo.
El precio justo por la energía no utilizada, acordado en el Acta de Foz de Yguazú de 1966 y que sirvió de base para negociar el Tratado de Itaipú de 1973 –redactado en secreto–, quedó substituido por la figura de la compensación.
Con este arreglo aprobado, en julio de 1973, por la mayoría oficialista del Congreso Nacional, el vecino país se apropió del excedente energético, actualmente el equivalente a dos producciones anuales de la central Yacyretá.
Recién en 1986 el Estado brasileño se hizo cargo de la irrisoria compensación por la hidroelectricidad paraguaya.
En estudios realizados por el ingeniero Nelson Cristaldo, profesional paraguayo con maestría en ingeniería en sistemas de potencia de la Universidad Internacional de Florida, USA, esta misma hidroelectricidad contribuyó en el año 2010 con el 7% del PIB del Brasil.
Considerando que cada 25 KWh (kilovatios hora) de energía produjo unos US$ 100, la electricidad paraguaya aportó en el PIB del socio condómino más de US$ 143.000 millones. Esta sideral cifra representa la mitad del costo de la reparación de daños, en edificios y en infraestructura, que significó para el Japón el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.
Los bandeirantes, que a partir del siglo XVI expandieron la colonia portuguesa en Suramérica a costa de sus vecinos, hicieron tabla rasa del derecho internacional. De igual modo, con arreglos en el contexto del Tratado de Itaipú de 1973, Brasil logró expandirse, una vez más, a costa de Paraguay apropiándose indebidamente de la Central Hidroeléctrica Itaipú.
Objeto
El objeto y el fin del Tratado de Itaipú de 1973 es la división en partes iguales de la producción generada por la hidroeléctrica.
(*) Autor de los libros: Itaipú, la apropiación indebida; e Itaipú, una victoria bien brasileña.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Itaipú, fuente inagotable


La Centrais Elétricas Brasileiras SA (Eletrobrás) es descrita en el sitio web Business News Américas, como un “holding eléctrico” brasileño, público, que financia proyectos y controla activos de generación, transmisión, distribución y comercialización de electricidad en todo el país.

/ ABC Color
Es responsable de casi el 60% de las líneas de transmisión y del 38% de la capacidad instalada, en generación de Brasil. Posee más de 53.000 Km de líneas de transmisión sobre los 230 kV y tiene una producción de 39.413 MW de energía, gracias a 31 hidroeléctricas, 15 termoeléctricas y dos termonucleares.
Destacan entre ellas: Tucuruí (8.370 MW), la parte brasileña de Itaipú Binacional (6.300 MW), el complejo de Paulo Afonso (3.984 MW), Xingó (3.000 MW), las termonucleares Angra 1 y Angra 2 (2.007 MW), Serra da Mesa (1.275 MW), Furnas (1.226 MW) y Sobradinho (1.050 MW)”.
“Eletrobrás es controlada por el Gobierno Federal”, concluye la descripción de Business News Americas SA.
No obstante, es posible que ninguna de sus hidroeléctricas, termoeléctricas o termonucleares la hayan beneficiado tanto, exageradamente, como Itaipú, central hidroeléctrica binacional que controla como su única propietaria desde el Tratado de 1973. Un claro ejemplo del imperialismo brasileño y del devaluado patriotismo paraguayo.
Para iniciar la obra de Itaipú –aparte de US$ 100 millones como aporte de capital de la ANDE y la Eletrobrás– la Eletrobrás concedió en 1975 un crédito de US$ 3.566 millones en moneda brasileña, compatible con el cronograma original de obras, ocho años de gracias, hasta 1983, y un interés del 10% más corrección monetaria, etc.
La deuda con la Eletrobrás en 1990, consecuencia del préstamo de US$ 3.566 millones, renegociada durante el Gobierno del general Rodríguez, ascendía a US$ 9.336 millones. En julio de 1994, la deuda aceptada por el préstamo era de US$ 10.837 millones; sin embargo, de un plumazo, por efecto del Plan Real, que apuntaba a controlar la hiperinflación, problema brasileño crónico, en diciembre del mismo año aumentó a US$ 15.420 millones.
En 1996, durante el gobierno de Juan Carlos Wasmosy, la deuda renegociada de Itaipú con la Eletrobrás quedó reestructurada en US$ 16.225 millones. En esta ocasión a los US$ 12.032 millones de pasivo a vencer se le añadió, insólitamente, US$ 4.193,5 millones en concepto de deuda vencida.
Esta última cifra fue declarada por la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso de 1997 como “…nulas en sus efectos y alcances las resoluciones del Directorio Ejecutivo y del Consejo de Administración, que ocasionaron la deuda ilícita de más de US$ 4.000 millones…”. De igual manera, en diciembre de 2010, la Contraloría General de la República consideró la venta por debajo del costo del servicio de electricidad, origen de la deuda vencida, como de aplicación ilegal. La prensa la calificó como “deuda espuria”.
El pasivo renegociado con la Eletrobrás, US$ 16.225 millones, fue diseñado con el objeto de cancelar la deuda en el año 2023. Según el cronograma de pagos, la primera cuota del pasivo, dividida en tres partes, debía ser abonada en 1997 y la última en el 2023. Un total de 26 cuotas anuales.
A causa del abusivo Factor de Ajuste aplicado a las cuotas entre 1997 y 2005 (estimado en US$ 5.683,2 millones) y el costo del retraso en el pago de las otras dos parcelas restantes (calculadas en US$ 6.098, 5 millones) se registraron cuantiosos incrementos y la deuda a ser cancelada en el año 2023 trepó hasta la estratósfera. Quedó en US$ 45.631,5 millones.
Hasta el 2011 ya fueron abonadas 15 cuotas, un total de US$ 22.187,7 millones, por la deuda original de US$ 3.566 millones. Y aún … ¡faltan US$ 23.443.8 millones! para la cancelación total.
Cabe preguntarse, antes de la reestructuración de la deuda en 1996, ¿Cuánto ya pagó Itaipú a la Eletrobrás?
El Estado paraguayo, como copropietario de Itaipú, es responsable de la mitad del pasivo. El hecho de que no hizo compromiso financiero alguno para la construcción de la obra no le exime de la responsabilidad sobre la mitad de la deuda, aunque ello les pese a los técnicos más conservadores que tratan de chauvinistas a los que sostienen la recuperación de la soberanía energética.
La Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos, en reiteradas ocasiones, declaró que la deuda de Itaipú ya fue honrada suficientemente y por lo tanto debe ser cero.
Lamentablemente, en el año 1997, abogados contratados por ANDE, Itaipú y Yacyretá, consiguieron que los ministros de la Corte Suprema de Justicia hicieran lugar a una medida de urgencia para impedir que los efectos de Ley 1161/97 pudieran transparentar las binacionales. Mediante la ratificación de la Sala Constitucional de la Corte, en junio de 2010, las entidades binacionales quedaron blindadas al control de la CGR y del Congreso Nacional. Es importante señalar que todos los que contribuyeron a construir un tercer Estado en Itaipú y en Yacyretá no fueron precisamente los socios condóminos. Fueron juristas paraguayos quienes, dóciles a las pretensiones del Ejecutivo paraguayo, armaron los argumentos para impedir el cumplimiento de la Ley 1161/97. Sería bueno que el Colegio de Abogados, en defensa de los intereses nacionales, se pronunciara al respecto.
La inversión usuraria de la Eletrobrás, US$ 3.566 millones en 1975, que debieran ser aportes, se multiplicarán más de doce veces en el 2023. Un verdadero milagro de la ingeniería financiera.
Si le sumamos otros beneficios provenientes de la reventa por casi el doble de su costo de la energía contratada en Itaipú (40,2% energía paraguaya en el 2011) en el mercado mayorista brasileño y de las cuotas anuales por la deuda (en el 2009 se abonó al Tesoro brasileño y a la Eletrobrás US$ 2066 millones), las ganancias salen de madre. Son colosales. Pocas empresas en el mundo pueden emular a la estatal brasileña. Supera a la realidad.
Sin duda alguna Itaipú es una fuente inagotable y los que de ella siguen bebiendo jamás padecerán de sed.
Itaipú
Ninguna de sus usinas le beneficiaron tanto –exageradamente– a Eletrobrás como la central paraguayo- brasileña de Itaipú.
Abusivo
Por el abusivo Factor de Ajuste aplicado a las cuotas entre 1997 y 2005 y el costo del atraso, el saldo saltó a US$ 45.631,5 millones.
Muestra
El Tratado de 1973 es el claro ejemplo del imperialismo brasileño, así como del devaluado patriotismo paraguayo.
(*) Autor de los libros: Itaipú, la apropiación indebida e Itaipú, una victoria bien brasileña.
juanantoniopozzo@gmail.com

domingo, 2 de diciembre de 2012

Justo precio

Por General (R) Juan Antonio Pozzo Moreno (*), Publicado en Abc Color. Domingo, 2 de diciembre de 2012
En el documento del 22 de junio de 1966 –conocido como Acta Final o Acta de Foz de Yguazú– como una solución salomónica a la energía no utilizada para satisfacer “… las necesidades del consumo del otro país …” o sea el Paraguay, se acordó el “derecho de preferencia” para adquirir esa misma energía “… a justo precio, que será oportunamente fijado por especialistas de los dos países …”.
/ ABC Color
El Acta también dejaba en claro la división “… en partes iguales entre los dos países …” de la energía eléctrica a ser generada por la futura hidroeléctrica. El “derecho de preferencia”, de la energía no utilizada, estaba condicionado a un “justo precio”, que de no ser satisfactorio, abría la posibilidad hacia otras ofertas más convenientes. Una tácita preservación de la soberanía energética del Paraguay.
Desde el inicio, Brasil tenía previsto disponer de la totalidad de la producción de la futura usina hidroeléctrica. El acuerdo redactado en el Acta de Foz de Yguazú en el año 1966, seguido con atención por el Gobierno de los Estados Unidos, ocultó esta pretensión hasta la firma del Tratado de Itaipú, muchos años después, en 1973.
En el Tratado, redactado en secreto, se substituyó el “derecho de preferencia” y el “justo precio” del excedente energético por el “derecho de adquisición” a cambio de una “compensación”. Con estas modificaciones, al asegurarse el derecho de adquisición de la energía sobrante a costo cero, la margen izquierda se apropió gratuitamente del excedente, atendiendo al hecho inédito de que Itaipú quedó con la responsabilidad de abonar la compensación.
Como el Acta es parte del preámbulo del Tratado y por dicha razón del Tratado mismo, el derecho de preferencia, sobre la energía excedente que en ella se acordó, no perdió legitimidad. No obstante, la tesis del oficialismo entreguista, que el Paraguay solo puso el agua, que el Brasil contaba con otras alternativas más propicias para la construcción de la obra en territorio propio y que el excedente carecía de demanda externa, pudo más.
El Gobierno nacional, con estas excusas elaboradas por los negociadores paraguayos Enzo Debernardi, César Barrientos, Alberto Nogués, Carlos Saldívar, Ezequiel González Alsina, entre otros del círculo áulico, abdicó a favor del socio condómino su soberanía energética.
Ni siquiera atinó a exigir el “derecho de adquisición” que regía para ambas partes, anulando así la posibilidad de revender a la ANDE su ¡propio excedente! al mercado brasileño, millonaria tarea de la que se apropió, hasta hoy día, la Eletrobrás.
A. Valores estimados de la energía exportada obligatoriamente
- En estudios hechos por la ANDE, según la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), por la energía cedida al Brasil Paraguay debe recibir US$ 900 millones, una suerte de “compensación justa”. Cuando se reduzca la deuda de la entidad a la mitad, según los mismos, por la energía exportada correspondería recibir unos US$ 1.300 millones.
- Otros estudios más conservadores, como el del Ing. Ernesto Samaniego, importante referente del sector eléctrico paraguayo, consideran que el costo de la energía en el punto de entrega del mercado mayorista brasileño en el 2007 fue el siguiente:
-Tarifa Itaipú: US$ 42,40 el MWh (megavatio hora)
-Tarifa de repase: US$ 46,00 el MWh, Res. 417/ 2006, ANEEL (incluye cesión e impuestos).
-Tarifa de transporte: US$ 3,00 el MWh, Res. 497/2006, ANEEL.
- Total, US$ 49 el MWh (1 US$ = 1,744. Dic. 2007) .
El destacado profesional señaló que: “El precio del mercado mayorista regulado (a término) brasileño está en promedio por encima de 75 US$/MWh. Suponiendo que el costo de la energía de Itaipú puesto en el punto de entrega se mantiene al mismo valor de 2007, 49 US$/MWh y que se comercialice en el mercado regulado (desechando el mercado libre a fin de minimizar riesgos) al precio de 75 US$/MWh (aunque la tendencia es a aumentar), la diferencia entre el costo y la venta es de 26 US$/MWh, que si se multiplica por la energía garantizada de la comercializadora paraguaya (31.308 GWh) da US$ 814 millones; si descontamos los US$ 200 millones de la cuenta negativa calculada anteriormente, da una ganancia neta de US$ 616 millones, cifra mucho mayor que los US$ 240 millones que el presidente del Brasil está ofreciendo actualmente. No debe perderse de vista que no se afecta al usuario final brasileño y que se tiene además disponible más de 6.000 GWh de energía secundaria que podría tener otro tratamiento comercial”.
La cuenta negativa a que se refiere el ingeniero tiene que ver con el precio que pasará a costar la energía a la ANDE. De US$ 170 millones que pagaba por la energía adquirida en el 2007, por la potencia contratada pasará a abonar US$ 265 millones, US$ 95 millones más. A esta cifra hay que sumar los US$ 105 millones que dejará de percibir por la compensación por cesión de energía (US$ 95+US$ 105=US$ 200 millones).
B. ¿Un Tratado Justo?
Simulando US$ 38,48 el MWh (media abonada por la margen izquierda por la adquisición de energía de Itaipú en el año 2011) como tarifa unitaria y como tarifa de reventa US$ 81 el MWh; por 37.225 MWh de excedente en el mercado regulado brasileño, descontados unos US$ 10 por el repase y el transporte, la ANDE dejó de percibir 1.247,7 millones. Descontando nuevamente a la millonaria cifra la compensación y la tarifa de la complacencia interesada abonada por la ANDE a Itaipú, el monto que dejó de percibir el Paraguay por su excedente en el 2011 sumaría unos US$ 1.000 millones. Dinero más que suficiente para dotar de un ordenador portátil o laptop a cada estudiante público y para atender el fortalecimiento de la defensa nacional, demandas largamente postergadas gracias a los entregadores de nuestra soberanía energética.


Justo
El “derecho de preferencia” de la energía no utilizada estaba condicionado por un “justo precio”, según el Acta de Foz.
Cambio
Se cambió el “derecho de preferencia” y el del “justo precio” ... por el “derecho de adquisi-
ción” a cambio de una “compensación”.
(*) Autor de los libros: “Itaipú, una apropiación indebida” e “Itaipú, una victoria bien brasileña”.
juanantoniopozzo@gmail.com