Lo que deben conocer los
negociadores del 2023
Itaipú
¿Buen negocio para el Paraguay?
La revisión en el año 2023 del Anexo “C” del Tratado de
Itaipú, revelará que las deudas contraídas para la construcción y puesta en
marcha del emprendimiento binacional hidroeléctrico fueron formalmente honradas.
La mitad de la deuda la pagó el Paraguay pese aprovechar
solo el 7% de la producción total. Ello explica la deliberada política
brasileña de precarizar la infraestructura de la subestación paraguaya para lograr
(el Brasil) un máximo abastecimiento hidroeléctrico.
La energía paraguaya generada en el sector de 50 Hz de
Itaipú no podía ser integrada directamente al sistema brasileño de 60 Hz de
frecuencia. La energía producida en 50 Hz en corriente alterna, es convertida
en corriente continua para luego ser transmitida a lo largo de 810 kilómetros, hasta
Ibiúna en San Pablo, donde nuevamente se convierte en corriente alterna, pero
ahora en 60 Hz solventado por Itaipú.
El total de la deuda, transcurrido el plazo de cincuenta
años, sumaría unos US$ 80 mil millones. No obstante, la descomunal cifra no
goza de la credibilidad del pueblo paraguayo, de la Comisión Bicameral de
Investigación del Parlamento Nacional, la Contraloría General de la República y
el Informe de Vale Columbia Center liderado por Jeffrey Sachs. El Informe del
VCC señala “…nos parece que Paraguay debería de ser liberado de cualquier cargo
de la deuda después del 2013” (Comentario sobre el Informe de VCC, pág.16). La
comprobación de este aserto, redundaría un beneficio (a Paraguay) de unos US$ 10.000
millones toda vez que los negociadores paraguayos consiguieran evidenciarlo en
la revisión del 13 de agosto del 2023.
Mediante una sostenida venta de su producción, Itaipú pudo pagar
la prestación de los servicios de electricidad, compromiso que además de
incluir gastos para la explotación engloba el pago del servicio de la deuda y regalías
a los socios condóminos.
Desde 1989 hasta marzo de 2020, las regalías al Paraguay
sumaban US$ 6.764 millones (otro tanto para el Brasil).
La cesión de energía no utilizada por Paraguay hasta 1986,
formaba parte del costo del servicio de electricidad de Itaipú. Protestas
mediante más adelante se hizo cargo el Tesoro brasileño siendo ahora el que
paga por la cesión el consumidor brasileño para que la Eletrobras disponga gratuitamente
de la electricidad paraguaya.
En la contabilidad de Itaipú normalmente aparece la cesión
de energía como parte del costo del servicio de electricidad. No se sabe de
consejeros paraguayos que hayan reclamado esta anormalidad contable que
confunde a propios y extraños. En realidad Itaipú es agente de retención de los
consumidores brasileños.
Por la cesión de su energía, en 31 años, Paraguay obtuvo US$
4.413 millones, una media anual de US$ 142,3 millones. Si la ANDE
comercializara, aunque conservadoramente a US$ 50 el MWh en el mercado
brasileño, la energía no utilizada (unos 30 millones de MWh), Paraguay
obtendría anualmente US$ 1.500 millones. Cabe señalar, que una reciente
publicación de prensa se destacaba que la energía paraguaya de Yacyretá es
vendida por Argentina (violando el Tratado de Yacyretá) al Brasil a una tarifa de
US$ 120 el MWh.
Según documentos de Itaipú, entre regalías y cesión (1989 –
2020: 31 años) Paraguay logró un beneficio total de US$ 11.177 millones, una
media anual de US$ 360,5 millones.
Todo ello, a cambio del Salto del Guairá -desde junio de
1965 arrebatado por fuerza brasileñas- que sumergido en el lecho del río Paraná
arrastró consigo la fauna y flora de la selva Atlántica y decenas de comunidades guaraníes. Una
maravilla de la naturaleza cuya desaparición es el mayor ecocidio en la
historia conocida del planeta.
Los Saltos del Guairá, fue una de las grandes víctimas del
proyecto de la represa hidroeléctrica Itaipú en beneficio de Brasil. De lo que
fue la mayor cascada del río Paraná hasta el año 1982, hoy sólo se avizora una
escuálida silueta cuando el nivel de agua de la represa está bajo.
Al cancelar la cuenta en 2023, conforme al Anexo “C”, se reducirá
en más del 60% el costo del servicio de electricidad; la tarifa pasará de US$
22,60 el KV mes a US$ 9,61 el Kv mes o a US$ 37 el MWh anual a US$ 17 el MWh
anual.
Con la disminución de la tarifa ya no habría necesidad de
la energía adicional a la garantizada. La tarifa del excedente energético, histórico
reclamo de Paraguay, costaría en vez de US$ 10 el MWh US$ 17 el MWh agregando
unos US$ 510 millones al Tesoro nacional (30.000.000 MWh x US$ 17).
Colateral en esta revisión del 2023, corresponde a la ANDE,
conforme al Artículo XIII del Tratado, el derecho de adquisición de la energía
no utilizada que según el acuerdo, debe ser comercializada en el mercado brasileño.
Otra cuestión transversal pendiente, relacionada con la
geopolítica y con el Anexo “B” del Tratado Itaipú, tiene que ver con la acostumbrada
política brasileña de enclaustramiento del Paraguay rehusando permanentemente construir
las obras para la navegación del río Paraná. Su libre navegación, desde épocas
del doctor Francia, es parte de la política exterior del Paraguay.
Concomitantemente es tiempo de aplicar la cogestión paritaria.
En las Direcciones Técnica Ejecutiva y Financiera Ejecutiva, manejados por
funcionarios brasileños, corresponde la alternancia por funcionarios paraguayos
según la Nota Reversal Nº7 del 26 de abril de 1973. El acuerdo determina en uno
de sus párrafos (e), que “Este acuerdo sobre nombramientos de los Directores y
de los Directores Adjuntos tendrá efecto durante los dos primeros periodos de
cinco años”.
También en Itaipú se “normalizó” la venta de la energía por
sobre su costo. Esta ilegalidad, que eleva la tarifa pagada por los
consumidores, debe suprimirse conforme al Tratado que prohíbe el lucro.
Mediante esta ilegalidad Itaipú cambió su misión de proveer solo energía a los
socios condóminos por “impulsar el desarrollo sostenible y la integración
regional”. Esta falacia trata de mimetizar el lucro indebido o “los gastos
sociales” ocultados en los gastos de explotación.
Por medio del lucro indebido, ingresa anualmente a Itaipú
entre US$ 50 millones y US$ 150 millones. Itaipú no rinde cuenta a los Estados
Partes, entre tanto, los Gobiernos de turno hacen y deshacen el dinero mal
habido en complicidad con la alta gerencia del emprendimiento binacional.
Cooptando a la prensa “amiga”, cooperando con magistrados,
ministros, fiscales, universidades, Itaipú se presenta como indiscutible
servidor de la ciudadanía y no como una asociación ilícita por encima de los
Estados Parte.