domingo, 13 de octubre de 2013

"Itaipú, Yacyretá ¡Juicio ya!

13 de Octubre de 2013 | UNA BREVE RESEÑA

Crearon un directorio funcional a los intereses brasileños en Itaipú

Entregamos hoy la transcripción de la segunda conferencia que se dictó en el marco del panel del día 3 del presente mes, en el Cabildo, organizado por un grupo de compatriotas radicados en Buenos Aires, bajo la consigna “Itaipú, Yacyretá ¡Juicio Ya!”. Esta exposición fue elaborada y desarrollada por el general Juan Antonio Pozzo Moreno, autor de los libros “Itaipú, la apropiación indebida”, “Itaipú, una victoria bien brasileña” e “Itaipú, historia de un fraude”.
1- Itaipú, empresa binacional creada en el Tratado de Itaipú el 26 de abril de 1973 por Brasil y Paraguay para aprovechar equitativamente la producción hidroeléctrica del río Paraná, es la riqueza industrial más importante del Paraguay. Es como el cobre para Chile o el petróleo para Venezuela. Sin embargo, desviado el propósito principal de dividir en partes iguales la producción energética, el acuerdo solo logró beneficiar a Brasil.
Por paradójico que parezca, los defensores del leonino Tratado, muchos de ellos compatriotas, justifican esta apropiación indebida con la falacia que Brasil financió la obra y Paraguay solo puso el agua del condómino río. Es como decir que Venezuela y Chile solo aportan el petróleo o el cobre ignorando por completo sus relevancias económicas y estratégicas.
Es importante destacar que la construcción de la central hidroeléctrica la financió la propia Itaipú. Brasil, como dueña de la iniciativa y principal beneficiaria, solamente se limitó a garantizar los usurarios préstamos en su mayor parte otorgados por la estatal Centrais Elétricas Brasileiras S.A., Eletrobrás, que según lo estipula el Tratado debieran ser aportes.
No obstante la contribución de Paraguay, además del agua indispensable para la producción de la hidroelectricidad, le costó al país la inundación de unos 580 kilómetros cuadrados de lo mejor de su bosque Atlántico, la destrucción de su rica fauna y el desarraigo de más de 36 poblaciones nativas hoy deambulando por las periferias urbanas como mendigos sin tierra.
Carente de una exclusa de navegación, violando su política exterior, el Paraguay después de Itaipú es un país más mediterráneo agravado por la concesión de su riqueza más importante: la hidroelectricidad.
En el Tratado de Itaipú del 26 de abril de 1973, ratificado por la mayoría parlamentaria del oficialismo, se logró desviar sutilmente en el transcurso de su contexto el fin y el objeto del acuerdo. El notable jurista Gustavo De Gásperi destaca que para la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados la violación de la norma imperativa de la buena fe, vigente en el derecho internacional, es suficiente motivo de nulidad.
La división en partes iguales de la producción energética, modificada en el transcurso del documento, finalmente entregó la totalidad de la electricidad a Brasil, excepto una insignificante porción destinada a Paraguay.
2- El Tratado fue diseñado para que el principal órgano administrativo, el Directorio Ejecutivo, sea funcional a los intereses de Brasil. Sus principales direcciones, la Técnica y la Financiera, son controladas por funcionarios brasileños encargados de la producción y de asegurar la prioridad del pago a la Eletrobrás de una deuda inflada artificialmente que según los expertos ya fue totalmente cancelada.
La venta de la electricidad por debajo de su costo hasta 1996 disparó el pasivo de la binacional hasta cifras insospechadas. En vez de hacerse cargo las empresas compradoras, se imputó a Itaipú esta abultada cuenta rotulada como “espuria” por la prensa.
No obstante, la deuda según la Contraloría General de la República y la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos, dependiente de la Cancillería nacional, corroborada por el doctor Jeffrey Sachs, asesor económico del secretario general de las Naciones Unidas, ya fue suficientemente honrada.
Este descubrimiento, no ajeno a los profesionales paraguayos, difundido en el globalizado mundo de hoy, al igual que el Tratado Secreto de la Triple Alianza, pone al descubierto la corrupción comprometiendo gravemente la credibilidad del socio condómino.
El pasivo, artificialmente acrecentado, es la herramienta al servicio de Brasil para subordinar Itaipú a sus intereses económicos hasta el 2023, una práctica común de los centros financieros mundiales que exigen a los gobiernos el pago prioritario por sus préstamos sin importar la vulnerabilidad de los países afectados.
También el mismo Tratado, hasta el año 1986, responsabilizaba a Itaipú del pago de la compensación de la energía no utilizada o energía excedente. Una contradicción que exigía auto compensarse a Paraguay en su calidad de la otra Alta Parte contratante. Este requisito actualmente lo cumple el Tesoro brasileño que hasta ahora se desentiende del justo precio estipulado el Acta Final de Foz de Yguazú de junio 1966.
Con este perverso mecanismo la energía paraguaya es derivada gratuitamente a la Eletrobrás por una irrisoria compensación abonada por el Tesoro brasileño.
Para asegurar el control total de la entidad binacional, el Tratado autorizaba a la seguridad de la margen izquierda intervenir en la margen derecha. Esta grosera transgresión constitucional, avalada por el régimen gobernante, recién pudo corregirse a fines del año 1973.
Estas son las muestras de “Una victoria bien brasileña”, título de la publicación del periodista brasileño Murilo Melo Filho en la revista Manchete unos días después de la firma del Tratado.
3- La perversidad se hace más aberrante, cuando la energía no utilizada por la ANDE es habitualmente adquirida de Itaipú por la Eletrobrás a precio de costo para luego revenderla hasta quintuplicado en el mercado brasileño. Esta operación le es negada a la estatal paraguaya de electricidad, que así no puede disponer de la totalidad de su energía para administrarla conforme a sus propios intereses. Mientras, en el convertidor Garabí sobre el río Uruguay, se intercambian energía de Itaipú y Yacyretá Brasil y Argentina en una operación no permitida por el Tratado.
Se calcula que por la reventa de la electricidad paraguaya, ahorro de petróleo y el cobro de las deudas ya honradas, la Eletrobrás recibe cerca U$ 10.000 millones por año. Hasta hace poco, antes de la triplicación de la compensación por la cesión de energía, Paraguay recibía una media de unos US$ 65 millones anuales.
4- Para completar el latrocinio, abogados paraguayos contratados por ANDE, Itaipú y Yacyretá, en connivencia con el Poder Ejecutivo, consiguieron impedir, mediante la Corte Suprema de Justicia, el escrutinio estatal de las binacionales.
Es así que ni el Parlamento ni la CGR pueden auditar estas empresas. Una vergonzosa iniciativa de juristas paraguayos contratados por las binacionales y hábilmente aprovechada por el socio condómino.
5- Sigue siendo lamentable la indiferencia de los medios de comunicación, de los profesionales, de las instituciones públicas y privadas, salvo algunas honrosas excepciones, sobre esta problemática que afecta profundamente a la nación. No obstante, hoy compatriotas radicados en Argentina, reunidos en la Coordinadora “Juicio ya en Itaipú y en Yacyretá”, toman la posta.
Llama la atención que el Colegio de Abogados del Paraguay siga sin pronunciarse sobre la cuestión y así por delante los demás, inmersos en su pequeño mundo, levantan la ventanilla ahumada de sus costosos automóviles para desentenderse de la realidad y evadir su participación en la recuperación de la soberanía energética.
Realmente es de lamentar.
Mudos
Llama la atención que el Colegio de Abogados del Paraguay siga sin pronunciarse sobre la cuestión, nuestra riqueza más importante.
Irreales
Prefieren esconderse detrás de las ventanillas ahumadas de sus costosos automóviles y desentenderse de la realidad.
Evasión
Optan por evadir su participación en la recuperación de la soberanía energética de nuestro país. Realmente es para lamentar.
(*) juanantoniopozzo@gmail.com

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