09 DE SETIEMBRE DE 2018
| EL LUCRO INDEBIDO DEBE DERIVARSE A LAS HACIENDAS PÚBLICASLos gastos sociales en Itaipú
Desde que la binacional hidroeléctrica vende energía en vez de potencia, coloquialmente jugo de naranjas y no naranjas, el lucro indebido es la impronta característica de la empresa.
No obstante, oficialmente Itaipú comercializa 145.620.000 kilovatios de potencia a US$ 22,60 la unidad, con el propósito de obtener US$ 3.291.012.000. La multimillonaria cifra representa, en teoría, el costo anual del servicio de electricidad, un dinero necesario para cumplir con los compromisos contraídos conforme al Tratado de Itaipú, incluido el eficiente funcionamiento de la central hidroeléctrica.
En ese afán Itaipú comercializó con las empresas compradoras ANDE y Eletrobrás en el 2016, récord histórico de producción, unos 140.252.400 kilovatios de potencia. Como puede notarse, al igual que en todos los años anteriores (desde 2009 está congelada la tarifa de US$ 22,60 el kW), la demanda fue menor que la oferta y la binacional hidroeléctrica no pudo obtener el monto necesario para atender el costo del servicio de electricidad.
Para equilibrar los gastos con los ingresos, la empresa, en contra de lo que dicta el Tratado, vende anualmente unos 75.340.368 megavatios hora de energía garantizada, a una tarifa de US$ 43,68 el MWh. Con el dinero así obtenido, igual al presupuestado por la venta de potencia, salva con creces el costo del servicio de electricidad y queda en condiciones de afrontar con suficiencia sus gastos.
Sin embargo, en 2016, con la energía sobrante o energía adicional a la garantizada, unos 26.994.617 MWh comercializada a las empresas compradoras a US$ 5,63 el MWh, Itaipú logró un dinero que superaba en US$ 152.032.000 el costo del servicio de electricidad.
Esta ganancia, que se repite todos los años en menor o mayor cuantía, producto del sobrecosto de la electricidad, crea el lucro indebido pagado por los consumidores. Todo ello, evadiendo la hacienda pública y a las contralorías de los Estados parte para beneficiar a los presidentes de turno y sus incondicionales directores de la binacional hidroeléctrica.
Para encubrir estos gastos, Itaipú que tiene la misión de generar electricidad a bajo costo como estipula el Tratado, la empresa hidroeléctrica asume funciones sociales que son propias de los Estados. Para corregir esta anomalía de hecho, que encarece la electricidad a costa de los consumidores, la inclusión del lucro indebido debe ser parte de los presupuestos nacionales.
Por todo ello, es desafortunado que el principal responsable paraguayo de la binacional declare que “la prioridad de los gastos sociales se centrará en salud, educación, agricultura familiar campesina”. También agregaba, “un acuerdo de cooperación con la ANDE para mejorar la red de distribución de energía que produce Itaipú”.
¿Cuáles gastos sociales?
Eso no corresponde a la misión de Itaipú. Lo que cabe, entre otros, es derivar el lucro indebido a las haciendas públicas y concomitantemente disminuir con urgencia la tarifa sobrevaluada pagada por los sacrificados consumidores para beneficio de los gobernantes de turno.
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