domingo, 11 de agosto de 2013

¿Por qué seguir pagando?

11 de Agosto de 2013  

El nuevo gobierno tiene la palabra


A) Cuando se firmó el Tratado de Itaipú en 1973, la obra se presupuestó en torno a los US$ 2.033.000.000 para la instalación de 14 máquinas de 765 MW, un promedio aproximado de US$ 200 por kW instalado.
Según el ingeniero Guillermo López Flores, actual director interino de Yacyretá, en noviembre de 1973, el proyecto avanzado aumentó a US$ 3.444.240.000.
En 1975, la Eletrobrás (Centrales Eléctricas Brasileñas SA) prestó a Itaipú, para la construcción de la obra, US$ 3.566.000.000.
En enero de 1976, el presupuesto final de la obra sufrió un notorio aumento y fue estimado en US$ 5.851.650.000.
En su réplica al estudio preliminar realizado por el renombrado economista estadounidense Jeffrey Sachs y su equipo de la Universidad de Columbia sobre la deuda de Itaipú, la Dirección Financiera Ejecutiva del ente binacional y las autoridades brasileñas se obligaron a reconocer que para una inversión directa de US$ 12,4 mil millones, la entidad binacional había pagado por el servicio de la deuda, hasta fines de 2012, la colosal suma de US$ 57,9 mil millones, en total incongruencia con los estándares financieros internacionales.
Según publicó ABC Color en su editorial del 4 de agosto de 2013, la Eletrobrás, la mayor empresa mixta de servicio eléctrico del Brasil, obligó a Itaipú a contratar, en una primera fase a tasas usurarias, con plazos menores de diez años, cerca de US$ 27,1 mil millones. De este monto, US$ 12,4 mil millones fueron utilizados en inversiones directas y el resto, unos US$ 14,7 mil millones fueron destinados a solventar el abuso financiero de las sistemáticas “prórrogas” de tales empréstitos usurarios de corto plazo.
Itaipú, afirmaba el editorial, continuó endeudándose para atender casi exclusivamente “la amortización y pago de cargas de las financiaciones usurarias prorrogadas sistemáticamente, debido a que las mismas continuaban siendo inferiores a 10 años en plazos, hasta llegar a la friolera de los US$ 57,9 mil millones pagados hasta fines de 2012, como queda señalado más arriba. ¡Más de 4,6 veces el costo directo de la usina, solo hasta el 2012!”.
B) Escandalosa evolución de la deuda contraída con la Eletrobrás.
- 1975: US$ 3.566 millones.
- 1990: saldo deudor renegociado durante el gobierno del general Andrés Rodríguez: US$ 9.336 millones.
- Julio 1994: US$ 10.837 millones
- Diciembre 1994: US$ 15.420 millones, cifra aumentada en cinco meses por efectos del Plan Real.
- 1997: saldo deudor renegociado durante el Gobierno del ingeniero Juan Carlos Wasmosy: US$ 16.225 millones.
Al pasivo, antes de la renegociación con la Eletrobrás, de US$ 12.031,1 millones se le adicionaron una deuda calificada como vencida de US$ 4.193,5 millones. Esta inclusión elevó la deuda a un total de US$ 16.225 millones.
La inclusión de la deuda vencida tiene que ver con la venta del servicio de electricidad a las empresas compradoras (98% brasileñas, 2% paraguaya) por debajo del costo. De la deuda generada por el subsidio, calificada de ilegal por la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso y la Contraloría General de la República, se hizo cargo Itaipú y no las empresas compradoras como era de esperar.
Según cálculos conservadores, “la tarifa social”, entre marzo de 1985 y febrero de 1990, cincuenta y nueve meses, arrojó una pérdida de US$ 525,5 millones. Representa un 12,5% de la deuda vencida. El resto, el 87,5%, son los saldos y retazos o los efectos del Plan Real, que se le añadieron hasta redondear US$ 4.193,5 millones.
C) Deuda con la Eletrobrás al 31 de diciembre de 2007 (Gobierno del abogado Nicanor Duarte Frutos).
Luego de la renegociación del 31 de marzo de 1997, a pesar de abonarse las cuotas correspondientes a 1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006 y 2007, un total de US$ 14.819,5 millones, el saldo deudor con la Eletrobrás no bajaba de US$ 17.037,5 millones (ABC 2 octubre 2011).
Una extraña matemática
Recién el año 2010, luego de catorce años, el saldo de la deuda bajó a US$ 15.715,6 millones, unos US$ 509,4 millones por debajo del arreglo original.
Según los contratos 1480/97; 1627/97; 1628/97, en el año 2023, Itaipú abonará a la Eletrobrás un total de US$ 45.631,50 millones. Entre 1997 y 2023, desembolsará una media anual de unos US$ 1.690 millones (Suplemento Económico ABC Color 2 octubre 2012, p. 3).
D. Factores exógenos cargados a la deuda con la Eletrobrás en millones de dólares americanos.
Plan Real (1994): US$ 4.583
Deuda vencida (1997): US$ 4.193,5
Factor Ajuste (1997-2005): US$ 5.683,2
Moratoria Líneas B y C (1997): US$ 6.098,4
Total: US$ 20.558,1
E. Este tipo de abusos no es inédito. Lo sufrió Panamá desde 1914. No obstante, los sostenidos reclamos del general Torrijos a los Estados Unidos condujeron en 1977 al Pacto Torrijos-Carter para recuperar el canal panameño. Desde su vigencia en 1999, Panamá recuperó la soberanía sobre el canal de su propiedad y sus relaciones con los Estados Unidos siguen con total normalidad.
Lo mismo ocurrió con el gas boliviano, bajo control de Petrobrás, hasta que Bolivia decidió en el 2006 nacionalizar las exploraciones y los negocios de petróleo y el gas. Las relaciones del país del altiplano con Brasil siguen invariables.
¿Y Paraguay?
Para la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, la deuda ya fue suficientemente honrada. Sin embargo, Itaipú, obedientemente, sigue abonando puntualmente sus cuotas anuales conforme al calendario de pagos.
En el año 2009, en concepto de préstamos a la Eletrobrás y Tesoro brasileño desembolsó US$ 2.066 millones.
En el año 2023, la entidad binacional pagará más de doce veces el préstamo original concedido por la Eletrobrás, una friolera de US$ 45.631,5 millones.
F. ¿Por qué el Estado paraguayo en su condición de copropietario de la binacional debe seguir aceptando a este escandaloso abuso?
Según conclusiones de febrero de 2012 de la CGR “Desde su puesta en funcionamiento, Itaipú comenzó a operar a prueba y en forma gratuita para posteriormente hacerlo, casi siempre, a una tarifa por debajo del costo del servicio de electricidad, transgrediendo desde sus inicios el Art. IV.1 (Ingresos) y el numeral III (Costo del servicio) del Anexo C del Tratado y sus Anexos”.
“Esta situación –prosigue– se debió, fundamentalmente, a que las sumas no percibidas por Itaipú por la falta de aplicación de la tarifa real –es decir, la legal de acuerdo al Tratado– incidieron directamente en el aumento del pasivo de Itaipú debido a que las sumas recaudadas no cubrían el costo operacional de la misma ni suministraba los montos necesarios para el pago de las amortizaciones y cargas financieras de los préstamos tomados, según en el punto III del Anexo C del Tratado”.
Continuaba explicando la Contraloría, “Lo lamentable e injusto es que el resultado de las medidas adoptadas haya sido beneficioso precisamente para Eletrobrás en detrimento de la propia entidad binacional, cuyo principal acreedor financiero siempre fue y sigue siendo la propia Eletrobrás, en su momento propiedad exclusiva del Estado brasileño y hoy empresa mixta con participación privada, que transfirió su previsible déficit financiero a la binacional que, para este caso particular es, sin duda alguna, propiedad del Paraguay y del Brasil, en equitativas partes iguales.
Esta circunstancia pareciera haber sido olvidada por los integrantes paraguayos del Consejo de Administración de aquel entonces, que priorizaron los intereses del país vecino, dejando de lado los intereses del país que representaban”.
¡Colosal! 
La entidad binacional Itaipú, por el servicio de su deuda, hasta fines de 2012 había pagado la colosal suma de 57.900.000.000 de dólares.
Ilegal
De la deuda generada por el subsidio, ilegal para la CBI y para la Contraloría, se hizo cargo Itaipú y no las empresas compradoras como era de esperar.
juanantoniopozzo@gmail.com
(*) General (R). Autor de los libros:
“Itaipú, la apropiación indebida”,
“Itaipú, una victoria bien brasileña” e
“Itaipú, historia de un fraude”

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