Según datos publicados, desde su funcionamiento hasta este año, Itaipú proveyó al Paraguay menos del 7% de la energía generada. Más del 93% de la producción fue aprovechada por Brasil.
La explotación hidroeléctrica de los recursos hidráulicos del río Paraná, pertenecientes en condominio a Brasil y a Paraguay, cabe realizar a Itaipú en igualdad de derechos y obligaciones. Es decir, que la energía eléctrica producida por los desniveles del río Paraná debe ser dividida en partes iguales entre los socios condóminos.
No obstante, cuando fueron modificados los términos del Acta de Foz de Yguazú de 1966 en el Tratado de Itaipú de 1973, el derecho de preferencia fue cambiado por el derecho de adquisición (de la energía no utilizada por Paraguay) y el justo precio de esa misma energía fue transformado en una simple compensación.
De esta manera, casi la totalidad de la producción de Itaipú fue obligatoriamente derivada a la margen izquierda (93%) y la asimetría está reflejada en el porcentaje de electricidad proveído al Paraguay (7%).
La electricidad paraguaya no utilizada, que debiera ser adquirida por la ANDE para comercializarla en la margen izquierda, es conseguida como un regalo por la Eletrobrás que no abona por la cesión estipendio alguno. El Tesoro brasileño, desde 1986, se encarga de compensar exiguamente al Paraguay por unos 40 millones de megavatios hora anual de energía (años 2012/2013) cedida a la Eletrobrás, el doble de la producción de Yacyretá, para abastecer a las industrias de San Pablo y de Río de Janeiro. A la ANDE, a pesar de que le ampara el derecho de adquisición por su excedente energético, hasta ahora, fácticamente, no le es permitido comprarlo de Itaipú para luego revenderlo en el mercado brasileño. Todos estos hechos demuestran que Itaipú es solo de Brasil.
Otro ejemplo aconteció el 31 de octubre de 2008. En efecto, con el fin de anunciar su ingreso a la bolsa de Nueva York e inducir a inversionistas a adquirir sus acciones, la compañía brasileña Eletrobrás publicó un impactante aviso publicitario en el renombrado Financial Times de Londres, uno de los diarios de mayor reputación en la comunidad global de negocios, con una amplia fotografía de Itaipú, sin la más mínima mención del Paraguay como socio y copropietario de la hidroeléctrica.
Este es uno de los motivos por los cuales Brasil se niega a atender los seis puntos reclamados en la mesa de negociaciones del año 2008, particularmente porque le resultaría infructuoso sostener una deuda endilgada a Itaipú varias veces infladas y que el doctor Jeffrey Sachs la entiende como suficientemente honrada.
Pero hay más, en las a veces caldeadas discusiones, no faltan los que en la margen izquierda –ocurrió con un director paraguayo– dan a entender que solo los paraguayos tontos creen que Itaipú es también de Paraguay. Indiscutiblemente, una victoria bien brasileña según publicó el periodista Murilo Melo Filho en la revista Manchete el 12 de mayo de 1973.
La conducción de Itaipú nos señala a diario que es la mayor productora de electricidad del planeta, que trabaja en planes de desarrollo, en la protección de las reservas forestales, en pasantías, en becas, etc., sin embargo, no sabemos qué hacen sus burócratas a tiempo completo, bien remunerados, para recuperar la efectiva libre disponibilidad de nuestra energía o la posibilidad de que la ANDE pueda vender en el mercado brasileño su excedente, según se comprometió Lula el 25 de julio de 2008.
Cabe destacar, ni corto ni perezoso, fue cajoneado el promisorio Informe Sachs; que de cristalizarse una de sus recomendaciones, ambas partes podrían disponer de unos US$ 1.000 millones anuales y no seguir abonando una deuda ya pagada.
Tampoco se tienen noticias del porqué la margen derecha no puede disponer de la mitad de la energía adicional garantizada que le corresponde o cuál es la razón por la que se sigue sin construir la esclusa de navegación.
Nuestros representantes, de tanto en tanto, nos recuerdan que nuestro desarrollo será sostenido en la energía disponible en Itaipú. No nos cuentan que los patrones de la margen izquierda no tienen el ánimo de devolvérnoslo hasta tanto consigan reemplazarlo por una fuente más barata.
Mientras, los sucedáneos como la Línea de 500 kV o el seccionamiento de líneas solo servirán para mantener el statu quo y los planes de desarrollo –sustentado en la electricidad proveniente de Itaipú–, un sueño hasta ahora con periódicos apagones.
Regalo
La electricidad paraguaya no utilizada (...) es conseguida como un regalo por la Eletrobrás, que no abona por la cesión estipendio alguno.
(*) Autor de los libros Itaipú, la apropiación indebida. Itaipú, una victoria bien brasileña. Itaipú, historia de un fraude e Itaipú, crónica de una entrega.
juanantoniopozzo@gmail.com