domingo, 5 de abril de 2015

Costo del servicio debe ser igual al egreso comprometido

05 de Abril de 2015

| DEUDA REAL, HASTA us$ 2.500 MILLONES

Yacyretá, patrimonio exclusivo argentino

Yacyretá, formalmente una entidad binacional, es en realidad una empresa administrada y aprovechada como un patrimonio exclusivo del Gobierno argentino. La producción de la usina hidroeléctrica, que según el contrato debiera compartirse equitativamente entre los socios, es sin embargo derivada en su totalidad, excepto una mínima porción (5,6%), a la margen izquierda para su uso y abuso.

Forzada por los administradores dominantes a vender por debajo del costo la energía generada, irrespetando el tratado, la entidad binacional afronta serias dificultades para su funcionamiento.
Los sucesivos préstamos del gobierno vecino para completar la obra y hacerla sostenible, que debieran ser aportes, fueron inflados artificialmente por los intereses, haciendo que los costos se dispararan por las nubes.
No obstante, la electricidad entregada a lo largo de estos años, aunque distorsionada la tarifa a causa de los subsidios, fue más que suficiente para atender sobradamente los compromisos.
Los cálculos de especialistas de la margen paraguaya estiman entre 0 y unos US$ 2.500 millones la deuda actual de Yacyretá. Una cifra posible de ser honrada pero una vez corregida la tarifa de la electricidad para que el ingreso por el costo de servicio sea igual al egreso comprometido.
Entre tanto, en sintonía con el compromiso asumido por las partes en el tratado, es menester que la mitad de la energía generada esté realmente disponible para el Paraguay.
Otros abusos que agobian a Yacyretá tienen relación con su funcionamiento fuera de las especificaciones técnicas que ocasionan serios daños a las máquinas generadoras y ponen en riesgo el complejo hidroeléctrico.
La prensa del vecino país, diputados, senadores y el propio gobernador de Corrientes por las averías de las turbinas, el deterioro de las máquinas y su reparación responsabilizan al director argentino de la Entidad Binacional Yacyretá. Además algunos medios destacan que ocho de las veinte turbinas estarían dañadas comprometiendo seriamente la capacidad productiva de la usina hidroeléctrica.
Cabe destacar, además, que los cuestionamientos a la margen izquierda en el Consejo de Administración, inéditamente quebraron la timidez y la histórica complacencia interesada de sus miembros paraguayos que normalmente no dicen, no ven y tampoco escuchan nada.
Según publicaciones de la prensa argentina, el senador nacional Nito Artaza, de la Unión Cívica Radical, fue el primero en elevar su voz para criticar a Thomas, “por ser el máximo responsable de lo que hoy está pasando en la represa”.
Eugenio Justiniano Artaza no disimuló su preocupación por las unidades fuera de servicio y las otras restantes que por falta de mantenimiento funcionan con solo el 80% de su capacidad.
La redacción de la revista paraguaya Mundo de la Electricidad describe el enojo del senador Artaza, quien reclama que “Los cortes de luz y bajones de tensión se multiplican en todo el país”.
Artaza no para y cuestiona severamente a Thomas informando que de “cada anomalía... en la represa he cursado pedidos de informes. A saber, en junio del 2011, en marzo del 2013, en julio del 2013; pero una sola vez el arquitecto Thomas contestó, con evasivas, esos pedidos, diciendo que estaban haciendo las cosas correctamente”.
Conviene recordar que en el 2011 Thomas firmó un contrato con la Voith Hydro por unos US$ 100 millones para el mantenimiento de las turbinas, veinte en total. En el año 2012 fue reformulado el contrato y el costo se incrementó a US$ 218 millones.
Según publicaciones de la prensa argentina, Ricardo Colombi, gobernador de Corrientes –una de las provincias seriamente afectadas por la construcción de la represa de Yacyretá– atribuye a Óscar Thomas la máxima responsabilidad por el desconocimiento de la opinión pública “qué ocurre en la central”.
El gobernador ,quien calificó a Thomas como una figura antipática para su provincia, señalaba también que Yacyretá “no nos sirvió para nada o muy poco”.
No obstante Thomas, pese a las críticas provenientes de ambas márgenes por sus voceros de prensa trata de negar que las máquinas de Yacyretá fueron sobre exigidas por decisión argentina.
El subjefe técnico paraguayo, ingeniero Gabino Fernández, con pruebas documentadas confirmaba que a pesar de las recomendaciones técnicas de la Voith, Thomas en varias ocasiones ordenó elevar la potencia de las unidades generadoras a sabiendas de que esa decisión dañaba las máquinas y ponía en riesgo a la propia central.
Es conveniente recordar que la Voith Hydro, por nota del 9 de febrero del 2015, recomendaba que se limite la potencia de las unidades generadoras a 135 MW, sobre todo aquellas aún no reparadas en forma definitiva. Sin embargo, según Fernández, la entidad binacional privilegió un pedido de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Argentino) para suministrar una potencia adicional el día 11 de marzo del mismo año.
El suministro fue ordenado por el jefe Técnico argentino, ingeniero Óscar Capezio, sin una consulta previa al subjefe técnico paraguayo, Ing. Gabino Fernández.
Fernández se limitó a registrar por escrito su protesta. La nefasta práctica se repitió los días 17 y 18 de marzo, siempre a pedido de Cammesa, pese a la oposición de Gabino Fernández, un verdadero convidado de piedra cuya función solo sirve para formalizar la “binacionalidad” de la entidad.
El manejo arbitrario de Yacyretá no es una novedad. Representa la aguda genuflexión de la política exterior paraguaya que se conforma con una engañosa cogestión paritaria antes que con la alternancia estipulado claramente en el tratado. La arbitrariedad argentina en la administración de la central y la injustificable supeditación de su funcionamiento a los vaivenes y caprichos de su mercado eléctrico, es una muestra más de la incapacidad de los gobiernos paraguayos de turno para defender los altos intereses nacionales.
Lo real
Los cálculos de especialistas de la margen paraguaya estiman entre 0 y unos US$ 2.500 millones la deuda actual de Yacyretá.
Manejo
El manejo arbitrario de Yacyretá no es una novedad. Es la aguda genuflexión de nuestra política exterior, que se conforma con una engañosa cogestión.

(*) Autor de los libros Itaipú, la apropiación indebida. Itapú, una victoria bien brasileña. Itaipú, historia de un fraude y Crónica de una entrega.

juanantoniopozzo@gmail.com

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