07 DE JULIO DE 2016
| PIENSO MAL PARA EQUIVOCARME MENOSEl cambio de fuente, ¿un pase de factura?
Hasta la semana pasada era el Tesoro brasileño el que transfería al Estado paraguayo la compensación por cesión de energía. No obstante, a partir de la Medida Provisoria 735 del presidente Michel Temer, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) se encargará de hacer los pagos.
El interino brasileño
Según la encuestadora Datafolha, antes de la suspensión de la presidente Dilma Rousseff, solo el 2% de la población estaba dispuesta votar, en una elección presidencial, por el vicepresidente Michel Temer. El 60% pedía su renuncia y el 58% opinaba que el vicepresidente se merecía también un juicio político.
A pesar de todo, el optimismo de Temer desbordaba el escenario político. Antes de la aprobación por el Congreso brasileño del juicio político contra Dilma Rousseff ya ensayaba su primer discurso como presidente interino. Exasperada, el 12 de abril pasado, la mandataria denunció la existencia de una grabación en la que Temer daba como un hecho su impeachment. Para Dilma era una prueba irrefutable de la existencia de un complot contra su gobierno. Sin vueltas, acusaba a su vicepresidente como el “jefe de los conspiradores”.
El que asumirá por seis meses la presidencia de Brasil, Michel Temer, de 75 años, es un conocido abogado constitucionalista y mediador político. Los empresarios abrigan la esperanza de que pueda detener la recesión económica.
Discreto, de perfil bajo, se ganó el apodo de mayordomo. No el de cualquiera, sino el del clásico sirviente de películas de terror.
Su nombre aparece en las listas de políticos comprometidos con la corrupción, incluso en el más publicitado: el escándalo de la Petrobras. Se le cuestiona, además, por los mismos delitos que a Rousseff, que tienen que ver con la firma de decretos para ampliar el presupuesto sin consulta del Congreso y con donaciones recibidas en la campaña presidencial de 2014.
Sin embargo, este dandi polifacético, que se manifiesta como poco proclive hacía nuestro país, no deja de preocupar.
El pago de la compensación
El Tratado de 1973 imponía a Itaipú el pago de la compensación por la energía paraguaya cedida al Brasil. Como la otra Alta Parte Contratante, nuestro país estaba obligado a autocompensarse, sacando del mismo cuero la correa.
Recién en 1986, por Nota Reversal Nº 4, se decidió que el importe correspondiente a la compensación sea incluido exclusivamente en la tarifa a ser pagada por la parte que consumía la energía cedida. Es así como la responsabilidad de pago quedó a cargo del Tesoro Brasileño.
Entre los años 1989 y 2007 la compensación fue de unos US$ 1.195.222.700, una media anual de US$ 66,4 millones.
En el 2007, por la cesión de 36.210.700 megavatios hora, a una tarifa de US$ 2,77 la unidad, la compensación pudo superar la barrera de los cien millones. En ese año fue precisamente de US$ 100.302.700.
La triplicación del factor de multiplicación –de 5,1 a 15,3– acordado el 25 de julio de 2009, aprobado por el Congreso brasileño en 2011, consiguió que la compensación anual por la energía cedida supere los US$ 300 millones. En el 2012 (repetido en el 2013), orilló los US$ 378.718.002. A una tarifa de US$ 9 el megavatio hora, cabe suponer la cesión de unos 42 millones de megavatios hora.
El monto abonado por el vecino país sigue siendo ínfimo. De hecho regalamos la energía a la multinacional Eletrobrás, que la revende a unos US$ 95 la unidad en el mercado brasileño (Cámara de Comercialización de Energía Eléctrica - CCEE) con sendos beneficios.
Todo ello, en pro de sus accionistas y no precisamente del pueblo brasileño, el que como usuario paga por los platos rotos. Después de la Medida Provisoria 735 del presidente Temer, la Agencia Nacional de Energía Eléctrica, Aneel, pagará la compensación.
En definitiva, complicando las cosas, la resolución del Gobierno establece que los brasileños que usan la energía proveniente de la binacional, serán los que abonen la cesión al Paraguay. En efecto, solo los consumidores de las regiones sur, sureste y centro-oeste tendrían un incremento en sus tarifas. De acuerdo con los cálculos, el precio de la luz subirá para ellos en torno al 0,3%.
El actual presidente de Brasil y su equipo político, del PMDB, habían expresado su enojo por los acuerdos tomados en su oportunidad con respecto a Itaipú.
Tal es la incordia, que el nuevo canciller, José Serra, calificara como filantropía brasileña la triplicación de la compensación que, de hecho, está implicando un pase de factura, de final incierto, al Paraguay. Serra es el mismo que trató a Horacio Cartes de contrabandista y a quien también legisladores paraguayos habían acusado de humillar al Paraguay. Mientras, el Informe Sachs sigue durmiendo el sueño eterno.
juanantoniopozzo@gmail.com
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