jueves, 30 de junio de 2016

En contra de la patria

0 DE JUNIO DE 2016

| ¿QUÉ VENDE ITAIPÚ? (IV)

El trabajo sucio

Es notable el denuedo de los órganos de administración paraguayos en la defensa de los intereses brasileños.
Ya en su momento, José Antonio Moreno Rufinelli, abogado históricamente al servicio de Itaipú, delineó la tesis de un tercer Estado. Hasta ahora, la justicia paraguaya abona esta teoría que impide al Estado paraguayo el escrutinio del emprendimiento conjunto.
Sometidos al vecino país por cuestiones de seguridad nacional, según afirmaban circunspectos los pusilánimes negociadores paraguayos del Tratado, la situación no ha cambiado.
Mateo Balmelli corrobora tan indigna actitud en la página 192 de su libro, “Itaipú una reflexión ético-política sobre el poder”, presentado en 2011. El exdirector paraguayo nos advertía: “Pretender forzar la situación para que un Estado reconozca que explotó y sustrajo riquezas de otro constituye un desaguisado al cual se apela cuando se está en condiciones de poder llevar el uso de la fuerza a la práctica”.
Lamentablemente, nuestros gobernantes siguen en la misma dirección: la misma estrategia entreguista trata disfrazar un conocido excanciller al acreditar que el Tratado: “… es sumamente favorable al Paraguay y constituye un acto de comprensión entre los dos países que buscan un entendimiento amplio para el desarrollo de ambos” (RAMÍREZ, Luis María. Memorias, sesenta y seis años de vida internacional. 2006, Ed. Intercontinental, pág. 85).
Esta misma maniobra genuflexa acabó de manifestarse la semana pasada en una carta al director de ABC Color.
En efecto, la Asesoría de Comunicación Social, lado paraguayo, en vez de reconocer e investigar las denuncias, que lesionan los altos intereses nacionales, se esforzaba en justificar lo injustificable.
Los ítems del Costo del Servicio de Electricidad, habida cuenta de que Itaipú se concibió como una herramienta para el desarrollo de Paraguay y de Brasil, la venta del producto hidroeléctrico generado por la central hidroeléctrica debe cubrir exactamente el costo de funcionamiento de la empresa binacional. Nada más. Lo que es más, proviene del mal, sentencia la Biblia.
En efecto, la tarifa para la venta del producto, aprobada en el año 2009, es el resultado calculado de la división entre el costo de servicio de electricidad y la potencia disponible para la contratación: US$ 3.290.970.000 / 145.620.000 KW = US$ 22,60 el Kilovatio mes, tarifa vigente hasta ahora.
Los componentes del costo del servicio de electricidad comprendían:
- US$ 47,98 millones por las utilidades por el capital integrado, en partes iguales para la ANDE y la Eletrobrás (1,31%).
- US$ 2.066,3 millones por las cargas financieras de los préstamos recibidos y la amortización de dichos préstamos, Eletrobrás y Tesoro brasileño (63,50%).
- US$ 404,28 millones por los royalties (13,41%).
- US$ 31,01 millones por resarcimientos por cargas de administración y supervisión en partes iguales para Brasil y Paraguay (1,03%).
- US$ 600 millones por gastos de explotación (18,99%).
- US$ 141,4 millones en concepto de saldo de la cuenta de explotación (2,22%).
Un total de US$ 3.290.970.000.
Es la clara muestra de que el costo del servicio de electricidad es igual al costo de la potencia disponible para la contratación. Con esta política, impuesta por el Tratado, Itaipú –que no es una clásica empresa comercial– debe abstenerse de recibir cualquier otro beneficio adicional.
Nefasto modelo de gestión
Sin embargo, el doctor Carlos Cardozo Florentín, maestro en ingeniería eléctrica, con tesis doctoral aplicada a la gestión de centrales hidroeléctricas, ya nos advertía en sus meticulosas opiniones escritas en el Suplemento Económico de ABC Color: “…desde el 2002, violando el Anexo “C” del Tratado, fue instalado en Itaipú el nefasto modelo de gestión que crea calidades de energía y precios diferenciados. Desde ese año, en la binacional existen calidades de energía –garantizada, adicional a la garantizada y excedente– con sus respectivas tarifas…”.
Es evidente, manifestaba el experto, que desde ese momento, vulnerando el Tratado, Itaipú dejó de vender potencia para vender energía.
La Energía garantizada se encarga de todos los ítems
Con esa orientación, dividido el costo de servicio de electricidad por la energía garantizada (3.291.000.000 / 75.135.000), la tarifa por cada megavatio hora de energía, en el 2011, quedó en US$ 43,80. Con esta tarifa unitaria de venta del producto quedaban salvados íntegramente todos los ítems comprometidos en el costo de servicio de electricidad.
Si Itaipú generó en ese año 92.523.000 megavatios hora de energía, significa que sobró (92.523.000 – 75.135.000) 17.388.000 megavatios hora. La tarifa por cada megavatio hora de esa energía sobrante, sumamente barata, fue de US$ 5,69.
Hecha la multiplicación (5,69 x 17.388.000), Itaipú logró agregar unos US$ 98.937.720 más al dinero estipulado como costo de servicio de electricidad. La tarifa media a ser abonada por toda la producción era de unos US$ 36,63 el megavatio hora (3.389.937.720 / 92.523.000).
Sin el aumento era solo US$ 35,56 el megavatio hora (3.291.000.000 / 92.523.000).
Justificar lo injustificable
Comunicación Social de la Itaipú Binacional, en la mencionada carta al director, concluyó en el punto “a” de su nota:
“a) Que los valores cobrados por la Energía Adicional a la Garantizada no se destinan a inversiones sociales y que de los valores adicionales cobrados no queda un solo centavo en las arcas de Itaipú, pues son totalmente repasados a los respectivos Tesoros Nacionales del Paraguay y del Brasil y a la ANDE y a la Eletrobrás”.
Al respecto, cabe añadir que si los componentes del costo del servicio de electricidad (royalties, resarcimientos, etc.) ya están suficientemente cubiertos con la tarifa de la Energía garantizada, resulta evidente que el dinero proveniente del aumento de la tarifa media –de millones de megavatios hora de energía, que de US$ 35,56 pasó a US$ 36,63– está en los recónditos pliegues de las arcas de la empresa. Y por si fuera poco, sin control estatal.
Es un dinero de los pueblos condóminos que hizo prósperos a sus administradores, algunos de ellos hoy en la cárcel, otros, los más afortunados, en arduas disputas políticas por los cargos electivos de su país.
juanantoniopozzo@gmail.com

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