domingo, 16 de diciembre de 2012

La cesión de energía

Por Juan Antonio Pozzo Moreno (*), ABC Color. Domingo, 16 de diciembre de 2012.

Itaipú debiera de ser la riqueza industrial más importante del Paraguay. No lo es, porque su socio Brasil, aprovechando la debilidad de los Gobiernos paraguayos, se apropió de la central hidroeléctrica Itaipú.
Itaipú debiera de ser la riqueza industrial más importante del Paraguay, pero no lo es. / ABC Color
El objeto y el fin del Tratado de Itaipú de 1973 es la división en partes iguales de la producción generada por la usina hidroeléctrica.
No obstante, mediante artificios, negociadores brasileños y paraguayos desviaron de su objeto el contexto del tratado para que la energía no utilizada correspondiente al Paraguay sea derivada al Brasil. Itaipú tuvo que incluir en el costo de servicio de electricidad el pago de la compensación para que la energía, cedida obligatoriamente, sea totalmente gratuita.
Una dulce mentira, una flagrante contradicción, que obligaba a Paraguay como la otra Alta Parte Contratante compensarse a sí mismo.
El precio justo por la energía no utilizada, acordado en el Acta de Foz de Yguazú de 1966 y que sirvió de base para negociar el Tratado de Itaipú de 1973 –redactado en secreto–, quedó substituido por la figura de la compensación.
Con este arreglo aprobado, en julio de 1973, por la mayoría oficialista del Congreso Nacional, el vecino país se apropió del excedente energético, actualmente el equivalente a dos producciones anuales de la central Yacyretá.
Recién en 1986 el Estado brasileño se hizo cargo de la irrisoria compensación por la hidroelectricidad paraguaya.
En estudios realizados por el ingeniero Nelson Cristaldo, profesional paraguayo con maestría en ingeniería en sistemas de potencia de la Universidad Internacional de Florida, USA, esta misma hidroelectricidad contribuyó en el año 2010 con el 7% del PIB del Brasil.
Considerando que cada 25 KWh (kilovatios hora) de energía produjo unos US$ 100, la electricidad paraguaya aportó en el PIB del socio condómino más de US$ 143.000 millones. Esta sideral cifra representa la mitad del costo de la reparación de daños, en edificios y en infraestructura, que significó para el Japón el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011.
Los bandeirantes, que a partir del siglo XVI expandieron la colonia portuguesa en Suramérica a costa de sus vecinos, hicieron tabla rasa del derecho internacional. De igual modo, con arreglos en el contexto del Tratado de Itaipú de 1973, Brasil logró expandirse, una vez más, a costa de Paraguay apropiándose indebidamente de la Central Hidroeléctrica Itaipú.
Objeto
El objeto y el fin del Tratado de Itaipú de 1973 es la división en partes iguales de la producción generada por la hidroeléctrica.
(*) Autor de los libros: Itaipú, la apropiación indebida; e Itaipú, una victoria bien brasileña.

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