20 DE DICIEMBRE DE 2015
| LAS CUENTAS DE ITAIPÚ (II)Los recuentos del latrocinio
La Eletrobrás es como un parásito que se alimenta del dinero que genera Itaipú. Vive en su interior, a veces en su superficie causando daños irreparables a los pueblos de los países socios de la entidad binacional.
La multinacional brasileña, sospechada de corrupción y demandada por sus accionistas norteamericanos, continuará cobrando hasta el 2023 una deuda inflada por sus gestores con la complicidad de antipatriotas negociadores paraguayos. Según la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos de la Cancillería y el economista Jeffrey Sachs, el pasivo de Itaipú con la Eletrobrás ya fue suficientemente honrado.
La entidad, con mayoría accionaria del Estado brasileño, que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York, incorpora la “deuda espuria”, oportunamente rechazada por la Comisión Bicameral del Congreso y la Contraloría General de la República del Paraguay, como parte del pasivo de Itaipú.
Con actitudes piratas privilegia a sus accionistas en perjuicio de su propio pueblo. La decisión de investigarla del Tribunal de Cuentas de la Unión es un verdadero acierto de la respetada justicia brasileña, que de una buena vez abrirá la caja de Pandora que contiene los males de Itaipú.
Compromisos asumidos con la Eletrobrás en 1997
a. El ingeniero Ernesto Ayala Báez, funcionario de Itaipú, publicó el 2 de octubre de 2011, en el Suplemento Económico de ABC Color, “Factor de Ajuste sobre las deudas de Itaipú” con una tabla anexa. Para el ingeniero Ayala “… la aplicación del factor de ajuste al pago de la deuda se origina en contratos de préstamos y financiamientos entre la Itaipú Binacional y la Eletrobrás, consolidados en 1997”.
Estos contratos, según Ayala, son:
–“El Nº ECF 1480/97, emergente del arreglo de la deuda con la comercializadora brasileña, consolidado el 2 de setiembre de 1997.
–El Nº ECF-1627, procedente de créditos necesarios para completar la instalación de la Central. Plan de Conclusión de Obras (PCO) de fecha 19 de diciembre de 1997.
–El Nº ECF-1628, gestado por préstamos comprometidos para la fabricación y montaje de las unidades generadoras de reserva 9A y 18A, de fecha 19 de diciembre de 1997”.
También explica que los fundamentos de aplicación del factor de ajuste se basan en el artículo XV, parágrafo 4º, del Tratado de Itaipú, que establece que el valor real de la cantidad de dólares de los Estados Unidos de América deberá mantenerse constante y tiene que ver con los componentes del costo de servicio de electricidad:
(1) Utilidades de capital; (2) Cargas financieras por los préstamos recibidos; (3) Amortización de los préstamos recibidos; (4) Pagos por royalties; (5) Cumplimiento de resarcimiento por administración y supervisión de la obra.
Es importante señalar que ingeniero Ayala accedió a estos datos en el Primer Foro Electro-Energético 2008, evento realizado en el salón auditorio del Banco Central.
Comprobó que en el periodo de aplicación del factor de ajuste, 1997-2005 había una diferencia de US$ 5.683,2 millones entre el saldo deudor y el saldo deudor ajustado según el factor de ajuste.
Con cautela, el profesional señala que los “cálculos no tienen el debido ajuste fino que compete a áreas especializadas de la Entidad encargadas de las simulaciones tarifarias del producto”.
No obstante, las cifras del ingeniero Ayala sirven para demostrar cómo las cuotas anuales ajustadas con el factor de ajuste, durante el tiempo de su aplicación, incrementaban cada año la deuda de Itaipú con la Eletrobrás.
En efecto, el pasivo arreglado en US$ 16.225 millones, una vez abonada la primera cuota de US$ 1.016,1 millones, de acuerdo al programa de cancelación, tendría que disminuir la deuda a US$ 15.208,9 millones.
Sin embargo, mediante la ingeniería financiera diseñada por la Eletrobrás y aprobada por nuestros anodinos negociadores, el saldo deudor aumentó a US$ 16.482,1 millones.
Este esquema abusivo se prolongó hasta el año 2005. Sus efectos se proyectaron de tal manera que recién después de 15 años de pago puntilloso el pasivo pudo disminuir a US$ 15.715,6 millones, por debajo de los US$ 16.225 millones pactados en 1997.
El abusivo factor de ajuste o el doble interés fue eliminado durante el Gobierno de Nicanor Duarte Frutos. Los fundamentos para anular su aplicación fue remitido en una carta el 20 de julio de 2006 por Duarte Frutos al presidente brasileño Inácio Lula da Silva.
Sin el factor de ajuste desde el año 2005 y con la incorporación de los contratos 1627 y 1628, la deuda total a ser abonada a la Eletrobrás –una vez cancelada en el año 2023– suma la friolera de US$ 45.631,5 millones.
1) El factor de ajuste o doble interés
Según los estudiosos, el factor de ajuste o el doble interés se concretó cuando la parte principal de la deuda de la binacional con la Eletrobrás, estipulada en US$ 10.250.480.774,26 (Línea B), fue gravada por:
–Una tasa de interés anual del 7,5% y
–Un reajuste de los saldos realizados de acuerdo a la inflación estadounidense.
Comparándola con los créditos de otras instituciones internacionales, estiman que los términos son exagerados. Por ejemplo, dicen, el Japan Bank for International Cooperation (JBIC) ofrecía créditos a entes como la ANDE a una tasa de 0,075% anual.
El reajuste de los saldos o doble interés, contrario a los principios del Tratado, establece que el valor de la deuda debe ser ajustado anualmente de acuerdo a una fórmula de reajuste que considera la variación del dólar en relación con la inflación americana.
En términos sencillos, significa aplicar un reajuste a una deuda que ya posee una tasa de interés vigente. Es la aplicación de interés sobre interés o doble interés.
Es importante destacar que la renegociación de la deuda no se formalizó a través de Notas Reversales con aprobación parlamentaria.
La doble indexación se aplicó sobre el monto total de la deuda en el primer día de enero de cada nuevo año, y, dependiendo de la inflación estadounidense del año anterior. El valor definido como doble indexación, con los intereses ilegalmente capitalizados, era mayor a la cuota anualmente pagada en concepto de amortización y carga financiera. Aunque Itaipú haya cumplido fielmente durante el año que pasó el pago de su deuda y su carga financiera, al inicio del nuevo año insólitamente asumía una deuda mayor que el año anterior.
2) Contundente ejemplo
El ingeniero Germán Escauriza, consultor de la Cámara de Senadores y exmiembro (ad hoc) de la Comisión de Energía del Viceministerio de Minas y Energía, más tarde coordinador de la subcomisión de deuda de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH), actual coordinador de la Fundación Sociedad & Desarrollo, advertía a través de la prensa sobre los graves errores conceptuales y matemáticos contenidos en el acuerdo de 1997 sobre la deuda de Itaipú con la Eletrobrás.
Señalaba que esos errores solo benefician a Eletrobrás, a las distribuidoras Furnas y Eletrosul perjudicando al Paraguay. Imputa la responsabilidad a los consejeros y directores paraguayos que representan al país. Agrega, que la metodología del cálculo en los contratos de préstamo firmados entre Eletrobrás e Itaipú para la determinación de la pérdida del valor del dólar, conduce a valores absurdos.
Al aplicarse el factor de ajuste al saldo deudor y no a la cuota objeto de pago, afirmaba, se generan prontas ganancias indebidas a la empresa Eletrobrás SA.
Por ejemplo, explicaba, aplicando un factor arbitrario del 3% para hacer el cálculo del reajuste firmado, al pagarse la primera cuota correspondiente al año 1997 de US$ 974.700.000, en lugar de pagarse US$ 29.241.000 de ajuste (3% de US$ 974.700.000) se debe pagar US$ 1.024.770.000 (3% del saldo total de la deuda estimada en US$ 34.159.070.000).
3) Éxito en los cuestionamientos
Los cuestionamientos permanentes de ABC Color sobre la doble indexación o el doble interés, más el inesperado reclamo de Nicanor Duarte Frutos consiguieron que el presidente del Brasil Inácio da Silva le pusiera fin mediante una “medida provisoria” de aplicación inmediata. El acuerdo para la eliminación de la doble indexación debió ser aprobado por el parlamento de los dos países. No obstante, por temor de que el parlamento brasileño haga cuestiones, el Gobierno brasileño adoptó una medida provisoria que es de aplicación inmediata y reemplaza al antiguo decreto-ley.
La renegociación de la deuda demuestra que las finanzas de Itaipú, manejada por Brasil como su único propietario, solo sirvieron para seguir sosteniendo en el tiempo a la cuestionada Eletrobrás.
b. La deuda indebida
El diario ABC Color siempre sostuvo, con irrebatibles argumentos, que la fijación de una tarifa por debajo del costo del servicio de electricidad, entre 1985 y 1996, originaron la deuda vencida –a la que bautizó como “espuria”– que fue y es ilegal porque viola el Anexo “C”, costo del servicio de electricidad, con graves perjuicios al Paraguay.
Dice el matutino, que la “deuda espuria” de US$ 4.193 millones, según datos de la propia Itaipú Binacional, fue generada en un 98% por las empresas eléctricas brasileñas Furnas y Eletrosul que se negaron a pagar el costo del servicio eléctrico, como consta en los documentos de la Itaipú Binacional. Corresponde, advierte, que sean tales empresas las que paguen el 98% de dichos costos del suministro.
Señala, además, que ningún hecho de facto podrá legalizar la violación del Tratado de Itaipú. Sólo una modificación expresa del Tratado, aprobada por los respectivos congresos, puede alterar las reglas establecidas, afirmaba.
Consiguientemente, advierte, el Paraguay tiene todo el derecho de seguir exigiendo justicia, conforme al Tratado.
ABC Color, informaba, Itamaraty consiguió en marzo de 1997 en los acuerdos de San Pablo –cuando el gobierno de Wasmosy aceptó que el 100% de la “deuda espuria” fuera incorporada al pasivo de la Itaipú Binacional– que se aceptara un cronograma de pago de pocos años para la deuda vencida o “espuria”. Ello se hizo a costa de acumular intereses sobre intereses, ilegalmente, sobre la otra parte más gravosa de la deuda. Todo ello, con el premeditado fin de eliminar rastros de la “deuda espuria”.
Resalta además, que la incidencia de la deuda vencida en el pasivo de Itaipú seguirá vigente hasta su cancelación definitiva en el año 2023. La forma en que se la introdujo es de la peor al cancelarse primero la “deuda espuria”, con 4,1% de tasa de interés, lo que infló desmesuradamente la deuda más gravosa cargada con el 7,5% de interés anual.
Enfatiza el diario, nuestro país como política de Estado, debe seguir exigiendo que la “deuda espuria” de Itaipú debe ser pagada, como corresponde en derecho, por quienes la generaron.
La deuda de US$ 4.193 millones, porque la tarifa de Itaipú fue manifiestamente inferior al costo de producción como lo prueban las actas del Consejo de Administración, debe ser pagada por Furnas y Eletrosul en un 98% y por la ANDE en un 2%. Nunca por Itaipú, que a más de mantener y subsidiar a la sospechada multinacional Eletrobrás, también subsidia los transportes energéticos medidos, sin control de funcionario paraguayo alguno, para beneficiar a la margen izquierda.
Parásito
La Eletrobrás es como un parásito que se alimenta del dinero que genera Itaipú. Vive en su interior, a veces en su superficie causando daños.
Friolera
La deuda total que abonará la binacional a Eletrobras –una vez cancelada en el año 2023– trepa a la friolera de 45.631,5 millones de dólares.
2023
La incidencia de la deuda vencida en el pasivo de Itaipú binacional seguirá vigente hasta su cancelación definitiva en el año 2023.
juanantoniopozzo@gmail.com
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