viernes, 18 de marzo de 2016

El condominio, una figura para el despojo

18 DE MARZO DE 2016

 

El Salto del Guairá

El doctor Richard Niland, de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Strathclyde de Glasgow, Escocia, Reino Unido, en su pasada visita a nuestro país quedó sorprendido por “la forma de actuar de la Historia”, según nos señalaba en una de sus últimas misivas. Niland ya no encontró vestigios de las cataratas del Salto del Guairá, motivo de sus trabajos de investigación, pero tuvo ocasión de tomar conocimiento de que la valerosa dama irlandesa Alicia Elisa Lynch, entonces del Reino Unido, resultaba ser su compatriota.
Richard, un dedicado estudiante, con deseos de escribir “sobre un tema totalmente desconocido en el mundo anglófono”, llegó hasta el Paraguay para conocer más sobre los saltos, únicos en su clase, sumergidos hoy en el lago de Itaipú por decisión de los gobiernos brasileños.
No solo el agua
La ocasión fue propicia para señalar que el Paraguay no solo puso el agua del río Paraná en Itaipú. Además del Salto del Guairá perdió su selva Atlántica, su fauna y más de treinta poblaciones nativas que hoy pululan las periferias urbanas.
El Salto del Guairá es de Paraguay
Cuando por exigencias de Brasil, por el Protocolo Moreno-Mangabeira de 1930, se reabrió la demarcación de la frontera, ya delimitada según el Tratado de 1872, la intención brasileña no era otra que salvar la omisión para incluir en su territorio las cataratas del Salto.
Solución a la presión de la demanda
Los técnicos brasileños, por aquel tiempo, consideraban el extraordinario potencial del Salto del Guairá como la solución a su demanda energética. Sin embargo, la redemarcación fronteriza de facto nunca concluyó. Las categóricas afirmaciones técnicas que el territorio nacional estaba definido por el ramal Norte de las altas cumbres del Mbaracayú demostraban fehacientemente que las principales cataratas del Salto estaban en continente paraguayo.
Invasión brasileña
No pudiendo torcer la lógica, en mayo de 1965, Brasil invadió con sus fuerzas armadas Puerto Renato, territorio paraguayo, para apropiarse por la fuerza del Salto del Guairá, pero la oportuna intervención del canciller norteamericano Dean Rusk, quien propició una mesa de negociaciones, originó el 22 de junio de 1966 el Acta Final de Foz de Yguazú. En el documento quedaron establecidos la explotación conjunta del río Paraná y el reparto equitativo de la producción. La energía no usada por Paraguay sería adquirida por un precio justo.
Un costo sin precedentes
Sin embargo, el acuerdo despojó al Paraguay del Salto del Guairá. De propietario, con la sola anuencia de los gobiernos, se decidió en el Acta Final que el Salto era un condominio de Paraguay y Brasil. Cabe acotar que el Congreso Nacional nunca tuvo velas en este entierro.
Prisionero geopolítico
Es así que, por imperio de la fuerza, Paraguay se convirtió en prisionero geopolítico de su socio. No obstante, por “la forma de actuar de la Historia”, fuera de todo contexto, se constituyó en socio indispensable de sus poderosos vecinos en la explotación del potencial hidroenergético del caudaloso río Paraná. Es notable cómo el destino puso en manos del país una poderosa herramienta para su desarrollo, aunque hasta ahora desaprovechada a causa de sus corrompidos dirigentes.
Entonces, es menester liberarnos de este trágico infortunio en las próximas elecciones presidenciales. Llegó la hora de elegir a la persona confiable para dirigir los destinos de la nación. Un candidato empeñado en orientar la política hacia el bien común y con suficientes condiciones para hacer valer nuestros derechos soberanos en Itaipú y en Yacyretá.
Finalmente, Richard Niland, en este año, tiene previsto volver al Paraguay, un país por el que siente vivas simpatías. “Con todo lo que encontré en los periódicos, en sus libros, en la conversación y en testimonios vivos de los Saltos, creo que tengo mucho para hacer … algo bien fino sobre los Saltos en la literatura y en la Historia”.
Richard, compatriota de madama Lynch, tiene mucho que abundar sobre la poco conocida historia del Paraguay.
juanantoniopozzo@gmail.com

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