13 DE MARZO DE 2016
| EN ITAIPÚ Y YACYRETÁ LOS “CUPOS” ESTÁN A LA ORDEN DEL DÍAEntre el dinero y la política
“El dinero para conseguir el poder y el poder para guardar el dinero”, tenía como lema la Casa Médici.
En efecto, en época del Renacimiento los Médicis fueron una poderosa e influyente familia de Florencia. De origen modesto, su poder surgió de la banca. Es así que el Banco Médici fue uno de los más prósperos y respetados en Europa. Mediante su fortuna, adquirieron poder político inicialmente en Florencia. No obstante, desde el siglo XVI su poder e influencia se extendió por toda Italia y el resto del continente europeo.
El dinero como factor común
El sufragio directo o elección directa, como práctica democrática, es aquel sistema en que los votantes eligen a sus gobernantes directamente, sin ninguna intermediación por parte de otra persona u órgano colegiado. El modelo de elección directa es considerado como más democrático que el sufragio indirecto en el que la población no conoce puntualmente quién será su representante.
Sin embargo, para Emilio Camacho, doctor en Derecho, hay que revisar el voto directo y devolver la soberanía a los partidos políticos. El juicio fue expresado en el marco del debate sobre la reforma constitucional organizado por la Concertación Avanza País el 27 de mayo de 2014.
Según Camacho, el sistema electoral es muy delicado y el voto directo hay que revisar porque se expone a los partidos a la presencia fuerte de dinero en las elecciones.
Por otro lado, Sergio Velázquez Villagra, acérrimo contrario de las listas sábanas, advierte que los legisladores saben perfectamente que nadie los eligió y, por tanto, como producto de las listas cerradas y bloqueadas no se sienten comprometidos con la ciudadanía.
Para el investigador, la ciudadanía con el voto directo no tiene la libertad de elegir como manda la Constitución Nacional en su Artículo 118. También, añade, este sistema electoral atenta directamente contra del Artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Sus críticas se centran en las listas que confeccionan los partidos, cuyas cúpulas hacen de electores. Hay más, el partido y los candidatos reciben apoyo financiero espurio. Entretanto, la ciudadanía solo vota, no elige a los senadores, diputados, concejales municipales, concejales departamentales, convencionales constituyentes. Mucho menos a los miembros del Parlasur.
Poderoso caballero
En lo que todos los ciudadanos coinciden es que con dinero hoy se puede conseguir cualquiera de los cargos electivos. La mayoría de los “electos”, como un método para recuperar su inversión, a más de convertir en agencia de empleos sus encargos, saturan con su entorno las planillas a costa del erario público.
Concomitantemente, gestionan contratos coimeros abusando del circunstancial “blindaje jurídico” para salvar su relación con el crimen organizado.
La soberanía energética como costo de la mala praxis política
Esta praxis corrompida de la política, que debiera orientarse hacia un quehacer ordenado para la consecución del bien común, inficiona todos los poderes e instituciones del Estado.
En Itaipú y en Yacyretá, los cupos políticos torcidos están a la orden del día. Los miembros de los consejos de administración y de los directorios ejecutivos, designados a instancias del poder de turno, solo se preocupan en mantenerse en el molde disfrutando de sus multimillonarios emolumentos. No les afecta en lo más mínimo el derecho de adquisición sobre nuestro excedente energético, tampoco los medidores mentirosos que cargan a las hidroeléctricas el transporte energético. Mucho menos que la mitad de la energía adicional a la garantizada sea compartida con la ANDE o que la venta de energía de Yacyretá al Brasil, vía Garabí, atropelle el contrato.
Para los órganos de administración de Itaipú no existe el Informe Sachs, pero habría que aplaudir o elogiar la Nota Reversal 6/14 de Yacyretá, aunque ello no constituya el objetivo del imperativo de la revisión establecido en el numeral IX del Anexo “C”.
Entonces el dinero fluye a manos llenas para obtener, a través de la política, los cargos electivos que reditúan mucho más que el honor de la defensa de los altos intereses nacionales.
(*) juanantoniopozzo@gmail.com
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